Manuel Díaz, periodista venezolano, pisó tierra colombiana en el primer semestre de 2014, luego de haber vivido una experiencia traumática en su país natal.
Por Angélica Antía Azuaje – Periodista Te lo Cuento News
En Caracas, acompañado de una de sus hijas, Manuel Díaz fue interceptado por un delincuente que le puso un revólver en la cabeza a la menor de dos años. “Dame todo lo que tienes o le disparo”, es una frase que nunca olvidará. Se puso nervioso y le entregó su cartera y el celular. A partir de ahí, Manuel no pudo dormir más hasta que llegó a Colombia.
“Me fui de mi país por varias razones: la delincuencia, la inestabilidad económica y la crisis política. En ese momento pensé que ya no era el mejor lugar para criar a mis hijas y parece contradictorio, porque mucha gente me preguntó por qué elegí Colombia”, recordó.
“Por supuesto, hablamos de un país donde el narcotráfico continúa siendo un problema, donde grupos armados controlan los hilos de muchísimas cosas, pero la seguridad aquí es una garantía de vida, al menos en la ciudad en la que me encuentro”, dijo Díaz.
A su juicio, Colombia representa una nueva oportunidad de bienestar, además porque su esposa es colombiana y tuvo la fortuna de que a los tres meses de llegar comenzó a trabajar en su profesión como periodista y aún continúa ejerciendo.
“¿Volver a Venezuela? Creo que es un anhelo de todos. Mi hija mayor tiene 16 años y cuando llegó tenía siete. Ella aún recuerda muchísimas cosas de su país y es inevitable sentirnos nostálgicos cuando vemos o escuchamos algo que nos recuerda a nuestra patria. Pero en el corto plazo no sé si regresaría, tendrían que cambiar muchísimas cosas en el país, acá ya llevo un tercio de mi vida y uno comienza a llegar a esa edad en la que te convences de que el tiempo realmente es oro”.
Manuel actualmente trabaja como asesor comunicacional de una diputada y hace poco fundó su propio medio digital. “Es una web que por ahora abarca noticias regionales y algunas del ámbito nacional”, cuenta con entusiasmo.
En general, muchos migrantes venezolanos han comenzado negocios propios, como pequeñas tiendas de comida o servicios de limpieza. Otros han optado por trabajar en el sector informal, vendiendo productos en las calles o trabajando como vendedores ambulantes.
A pesar de las dificultades, los migrantes venezolanos en Colombia han demostrado una gran determinación y resiliencia. Han adaptado sus habilidades y conocimientos para satisfacer las necesidades de su nuevo hogar y han encontrado maneras de contribuir a la economía y la sociedad colombianas.