Desde pequeña se sintió identificada con el género femenino, pero no tuvo la oportunidad de desarrollarse como tal, hasta llegar a Argentina en donde se sintió más libre.
Por Carlos Iván Suárez – periodista Te lo Cuento News
Detrás de un acento porteño, un cuerpo grueso, casi un metro ochenta centímetros, se encuentra una mujer que desde hace más de un año inició su transición. Su documento nacional de identidad (DNI) así lo dice, ella es Sofía Fajardo.
Al igual que muchas personas, siente haber nacido en un cuerpo equivocado, y aunque su sexo asignado fue masculino, desde pequeña siempre se inclinó por jugar con muñecas y hacer otras cosas comunes de una niña. “En mi infancia tenía muchas cosas con las que siempre me identifiqué como chica, eso lo descubrí después de hablarlo con el psicólogo”, manifestó.
“En Venezuela las personas de la comunidad no tenemos muchos derechos, pero al llegar a Argentina, donde hay muchos beneficios y donde nos han apoyado muchísimo, tomé la decisión de iniciar mi transición. Este país me ha dado muchas primeras veces que quizá Venezuela no pudo”.
Sofía nació en Valle la Pascua, estado Guárico, una región llanera. Años más tarde, se fue a Valencia junto a su familia, allí creció y tras la crisis del país decidió migrar hasta tierras australes. “Argentina me dio la oportunidad de ser quien siempre fui”, aseguró.
Un año después de arribar a Buenos Aires tomó la decisión de iniciar su proceso, “cuando llegué aquí vi más libertad, empecé a ver otro horizonte (…) cuando llegué aquí me di cuenta de quién siempre fui”.
Afirma que en medio de confusiones se hizo la pregunta: “¿me doy la oportunidad de ser quien siempre fui?”, fue ahí donde tomó el impulsó y comenzó a preguntar por endocrinólogos, saber cómo es el proceso y todo lo referente a la transición.
“Argentina te da muchos derechos, como cambiarte el nombre del documento, el género, puedes acceder a todos los derechos como persona trans. Hoy día en Venezuela sé de algunas pequeñas ONG que ayudan, pero es algo casi escondido”.
Quizá por la poca información en las redes sociales, Sofi comenzó a hacer contenido en TikTok, donde acumula más de 121 mil seguidores. “No comencé a educar a nadie, pero sí a mostrar mi proceso desde el día uno. Tanto tiempo en este medio me hizo más fuerte, luchar contra quienes se oponen y preguntan que por qué me sale barba, que eso no debería ser así; en fin, lo bueno es saber que puedo ayudar a otras personas que están por tomar la decisión”.
Recuerda que la primera vez que salió maquillada a la calle se sintió extraña: “era más de cómo yo lo percibía, porque capaz a la gente no le importaba, pero era un poco de miedo también, porque sé de muchas realidades donde golpean y agreden a personas trans. He sufrido muchas discriminaciones pero no tan fuertes”.
Comentárselo a su familia no fue un problema, nunca pensó que debía darles explicaciones. Su núcleo más cercano y quienes ella decidió fuesen su familia, fue a quien se los comunicó y de quienes ha recibido el apoyo que necesita.
“Son personas que sé que siempre van a estar para mí, como mi tía, quien siempre me aceptó y apoyó. Se lo dije con mucho miedo y me respondió que ella no sabía mucho, pero que no estaría sola. Es que conmigo transicionó mi gente alrededor, y hoy día me llaman con mi nuevo nombre”.
A pesar de lo difícil que pudo ser, Sofía es hoy una destacada diseñadora gráfica; además es imagen de distintas marcas de emprendimientos a quienes les hace publicidad como influencer en las redes sociales.
Su contenido se ha vuelto viral y es ejemplo para hombres y mujeres que buscan iniciar su proceso de transición. Les explica cómo ha sido, paso a paso, “porque no existe un manual de cómo hacerlo”. Además, forma parte de una ONG que se encarga de orientar y ayudar a familias de niños y niñas que quieren lograr su proceso.
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