“Lo más perverso que ha hecho Maduro es separar nuestras familias”: comisionado de la OEA

David Smolansky salió de Venezuela por amenazas de muerte. En ese momento, era el alcalde electo más joven de Venezuela. | Por: JONATHAN SARMIENTO


Aunque el venezolano David Smolansky estaba en Brasil, no se percató de su condición de migrante hasta que empezó a ver a sus connacionales llegar a ese país en busca de comida y medicinas. “En ese momento me di cuenta de que era uno más”, recuerda.

En 2013, Smolansky ganó las elecciones de la alcaldía del municipio de El haltillo (Caracas). Empezó a denunciar amenazas de muerte a los pocos meses de ocupar el cargo y, en 2017, el Tribunal aliado a Nicolás Maduro ordenó su arresto y le prohibió salir del país. 

Ese día Smolansky huyó de Venezuela con la certeza de que quería continuar en la vida pública. Entonces llegó al cargo de comisionado del secretario general de la OEA para la crisis de migrantes y refugiados, que ocupa hace un año.

Esta semana Smolansky estuvo en Colombia para reunirse con autoridades, gobernantes, refugiados y migrantes de Venezuela. Proyecto Migración Venezuela habló con él sobre la gestión de Juan Guaidó, la migración en Colombia, la xenofobia y la política migratoria del Gobierno colombiano, entre otros temas.

 

Proyecto Migración Venezuela: ¿Qué novedades encontró sobre la migración venezolana en su visita a Colombia?

David Smolansky: Nunca deja de asombrar la cantidad de personas que cruzan el puente Internacional Simón Bolívar. Aproximadamente 40.000 personas vienen a Colombia diariamente y 5.000 no regresan. También me sorprendió en esta visita que muchas mujeres me confesaron sufrir maltratos, abusos e incluso haber sido víctimas de trata. Esto tenemos que erradicarlo de raíz. Y me asombró conocer que tantos venezolanos jóvenes han sido reclutados por Eln debido a la vulnerabilidad en la que llegan.

P.M.V.: En medio de este panorama, ¿cuál debería ser la prioridad del Gobierno colombiano?

D.S.: Es clave lanzar un permiso laboral, eso va a descongestionar la cantidad de personas irregulares en Colombia. Además, no deberían descartar un nuevo registro para el Permiso Especial de Permanencia. Otro tema importante es la lucha contra la xenofobia. Hay que realizar campañas más agresivas contra la discriminación, sobre todo a nivel local. Los nuevos alcaldes que van a asumir funciones en municipios donde hay muchos venezolanos tienen que luchar contra este fenómeno. Pero debo aclarar que no todo recae en Colombia, la comunidad internacional tiene que apoyar mucho más a este país.

P.M.V.: La xenofobia ha aumentado, sobre todo después del Paro Nacional. Además de realizar más campañas, ¿cómo podemos enfrentarla?

D.S.: Las acciones de unos pocos no pueden opacar el esfuerzo de muchos. La mayoría de los migrantes se levantan cada día con la intención de reinventarse, añorando su país y extrañando a su familia. Aún así, echan para adelante y muchos superan la condición vulnerable con la que llegaron. La inmensa mayoría buscan trabajar, emprender y estudiar.

P.M.V.: El problema es que durante las protestas acusaron a venezolanos de vandalismo y robos. Aunque no hay pruebas contundentes, Migración Colombia expulsó a más de 59 migrantes a los pocos días, una acción criticada por muchas organizaciones.

D.S.: La mayoría de los venezolanos hacen las cosas bien y eso no lo debería empañar las acciones de unos pocos. Todo el que actúa al margen de la ley, que las autoridades procedan, pero hay que estar atento a que sus derechos se les garanticen siempre.

P.M.V.: ¿Cuáles identificó como las principales necesidades de esta población?

D.S.: En primer lugar quieren empleo, y para eso requieren de documentación. En Barranquilla muchos me dijeron que estaban en situación de calle, también como consecuencia de no conseguir trabajo. E insisto: el maltrato, el abuso y la violencia contra mujeres ha crecido. Estos factores, así como el acceso a la salud son los principales desafíos.

P.M.V: ¿Qué mensaje les daría a los 4 millones de venezolanos que han salido de su país?

D.S.: El mensaje que les doy es que no somos migrantes voluntarios ni económicos, somos refugiados y estamos desterrados por un Estado criminal que viola los derechos humanos. La vida de los venezolanos está en peligro. El mundo debe reconocer y asumir que somos refugiados y, acorde a ello, actuar. También los admiro, muchos se han reinventado y han dejado al país en alto a través de su estudio, emprendimiento, trabajo, generosidad y amabilidad. Y les envío un mensaje de fortaleza. Aunque el destierro es como un duelo, también nos hace mejores personas y este puede ser el mejor aprendizaje de vida. Lo que más añoro es que cada migrante se pueda reunir con su familia en Venezuela y haga parte de la reconstrucción de su país, porque lo más perverso que ha hecho Maduro ha sido separarnos.

P.M.V.: ¿Qué opina de los señalamientos de corrupción contra el equipo de Juan Guaidó?

D.S.: No creo que el presidente Guaidó esté envuelto en corrupción. Y los que estén involucrados en esos casos, como en el Clap, tiene que caerles todo el peso de la ley. En Venezuela, quienes estén involucrados en corrupción tienen que ser sancionados internacionalmente, propongo yo, porque allá no hay justicia. Un Gobierno democrático en Venezuela tiene que acabar con la corrupción y representar la transparencia.

P.M.V.: ¿Cuál es el balance que hace de Juan Guaidó?

D.S.: Creo que ha tenido mucho coraje y valentía, ha logrado que la mayoría de los venezolanos lo respalden y reconozcan como presidente. Cerca de 60 países los reconocen, la mayoría de América Latina y el Caribe, la mayoría de la Unión Europea y hasta Australia y Japón. Ha avanzado en la recuperación de activos que habían sido malversados, como Citgo, la petrolera con sede en Estados Unidos. Además, ha avanzado en sanciones individuales con los involucrados en lavado de dinero y narcotráfico. Finalmente, logró reactivar la calle. Anque la gente quería el cese de usurpáción este año, hay que entender que estamos enfrentando un Estado criminal que se sostiene por el apoyo de actores extranjeros como Cuba, Rusia, Turquía y Chile, y por los militares.

P.M.V.: ¿Cree que otros países y las organizaciones internacionales están aportando lo suficiente para la migración de Venezuela?

D.S.:
 Es la crisis de refugiados con menos cooperación económica. Muchos la ven como algo lejano y es hora de que tenga la interpretación global que se merece y haya mayor aporte a los países receptores para que se invierta en educación, salud, infrastructura y documentación para integrarlos. Aunque es muy duro, si ellos logran integrarse existe una oportunidad económica interesante para América Latina y el Caribe.

Por: Brenda Guerrero @brendiska_