Según el más reciente informe de la FAO, el país vecino hace parte del “área crítica de preocupación” por tener problemas de inseguridad alimentaria en su población.
La FAO, agencia de las Naciones Unidas que lidera el esfuerzo internacional para poner fin al hambre, lanzó este mes de septiembre su nueva actualización del Informe mundial trimestral sobre la situación alimentaria, en donde resalta que 44 países requieren de asistencia externa alimentaria, incluyendo Venezuela.
Según el organismo, citando a la Plataforma de Coordinación para Refugiados y Migrantes de Venezuela (R4V), el número de refugiados y migrantes venezolanos (incluso en tránsito y temporal) en necesidad de la asistencia alimentaria en 2021 se estima es de alrededor 3,26 millones.
Destaca el informe que debido a la crisis económica severa que vive el vecino país, existe una falta de acceso a la alimentación, por lo que los ciudadanos venezolanos han tenido que huir a otros países. El número total de refugiados y migrantes venezolanos se estima es de 5,6 millones, ubicados principalmente en Colombia (1,7 millones), Perú (1 millón) y Chile (457 000).
La organización humanitaria encontró que los migrantes llegan a los países con múltiples necesidades, y uno de los factores que empeoró la inseguridad alimentaria fue la pandemia por el covid-19, ya que muchos venezolanos perdieron sus empleos y posteriormente ingresos económicos, además de la lenta recuperación de las economías de los países anfitriones.
La FAO también señaló que la recolección de la cosecha de maíz en Venezuela presenta un ritmo lento de producción debido a la escasez de diesel. Lo que apunta a un nivel muy por debajo del promedio de producción y pone en jaque la alimentación de los venezolanos, ya que en este país es mayoritariamente consumidor de arepas.
El descenso sustancial del diésel que lleva Venezuela desde finales de diciembre de 2020 ha causado importantes interrupciones a las actividades agrícolas como reducción de las plantaciones y cosecha. Estos problemas se sumaron a las fuertes lluvias de finales de agosto que afectaron principalmente las zonas productoras occidentales del país.
Estos resultados son actualizados trimestralmente por la FAO para monitorear continuamente las perspectivas de los cultivos y la situación de la seguridad alimentaria a nivel mundial, regional, nacional y niveles subnacionales, para advertir las dificultades alimentarias del mundo.
En febrero de 2020, un estudio del Programa Mundial de Alimentos de la ONU reveló que una de cada tres personas en Venezuela pasa dificultades para poner sobre la mesa comida suficiente que cumpla con el mínimo de nutrientes requeridos debido a la severa contracción económica del país y a la persistencia de su crisis política.
Un sondeo a nivel nacional basado en 8.375 cuestionarios mostró el sorprendente panorama de un gran número de venezolanos que sobrevive con una dieta formada principalmente por tubérculos y frijoles debido a que la hiperinflación en Venezuela ha vuelto inservibles muchos salarios.
“Un total de 9,3 millones de personas, prácticamente la tercera parte de la población, padece inseguridad alimentaria moderada o severa”, indicó el WFP en su informe, realizado a invitación del gobierno de Venezuela.
Por: Laura Sierra Musse @lausierramusse