Una de las metas de Solemi Hernández es concebir un movimiento que genere un cambio significativo, trabajando con la colaboración de organizaciones ambientalistas.
Por Angélica Antía Azuaje – Periodista de Te lo Cuento News
Como Coordinadora Regional del Sureste de los Estados Unidos de Ciudadanos por un Clima Vivible (CCL), la venezolana Solemi Hernández ha jugado un papel destacado en la promoción de políticas y acciones que abordan el cambio climático.
Solemi dejó su país natal en diciembre de 2002. En ese momento trabajaba como recepcionista en el departamento de negocios internacionales de la empresa estatal venezolana PDVSA. Sin embargo, cuando la empresa tomó la decisión de eliminar el departamento, se quedó sin trabajo y decidió emigrar a Naples, Florida, donde vivía su tía.
Al llegar a Estados Unidos, se enfrentó a desafíos y obstáculos, pero su determinación por el medio ambiente la llevaron a buscar formas de hacer una diferencia. Fue entonces cuando descubrió a Ciudadanos por un Clima Vivible (CCL), una organización no partidista que aboga por soluciones efectivas para combatir el cambio climático.
Punto de inflexión
Unirse a CCL fue un punto de inflexión en la vida de Solemi. A través de la organización, encontró apoyo y orientación para convertirse en una defensora efectiva de las soluciones climáticas. Se sintió empoderada y decidida a hacer una diferencia a través de la defensa ciudadana y la acción política.
Con su experiencia trabajando en CCL, decidió volver a la escuela y obtener su licenciatura en Ciencias Políticas en la Universidad de Florida Gulf Coast porque reconoció que para poder abordar el cambio climático de manera efectiva, necesitaba una comprensión más profunda de los procesos políticos y una voz más fuerte en el escenario político.
Actualmente, como Coordinadora Regional del Sureste de los Estados Unidos de CCL, tiene la responsabilidad de apoyar a los voluntarios en la creación de la voluntad política para las soluciones climáticas. Utiliza diversas estrategias, como el lobbying, el alcance comunitario y el trabajo en equipo, para generar el apoyo necesario para la implementación de políticas que aborden el cambio climático.
“Uno de los mayores desafíos es que, en medio de tantas frustraciones por la polarización del tema del cambio climático, es difícil mantenerse optimista, especialmente para nuestros voluntarios”, comenta.
Sin embargo, argumenta que las situaciones desafiantes brindan oportunidades. “Los políticos no crean la voluntad política, responden a ella, y ese es nuestro trabajo como electores, crear tanta voluntad política que nuestros representantes tengan que actuar según la voluntad del pueblo”.
Un antídoto efectivo
Lo que la inspiró a unirse como voluntaria fue la idea de que “la acción es el antídoto para la desesperación. Después de perder mis propiedades cuando el mercado cayó en el 2008 y pasar por una separación con dos niños, el activismo fue lo que me hizo sentir que era parte de algo más grande y en comunidad. Sentí que tenía una misión”.
Asegura que “gracias a este trabajo, literalmente he conocido a la mejor gente del mundo, que me inspira diariamente y me hace sentir que el cambio es posible porque somos imparables”.
Solemi es amante de la naturaleza. Para ella es un lugar tan hermoso que la llena de paz y la hace sentir agradecida por ser parte de este mundo y estar viva. “Me alimento de esta cita cuando necesito recargarme de energía y motivación”. Cada mañana despierta dividida entre el deseo de salvar el mundo y la inclinación de saborearlo. “Esto dificulta planificar el día”, admite.
La movilización
En cuanto a sus logros más destacados en la defensa del medio ambiente, la activista resalta la movilización de los voluntarios en el Suroeste de los Estados Unidos. “Eso es algo de lo que siempre estoy muy orgullosa. Por ejemplo, en los últimos 365 días hemos tenido 131 reuniones de cabildeo, 220 publicaciones o interacciones con medios, 7,819 contactos con legisladores, 231 actividades de alcance comunitario, 3 asambleas públicas, 38 alcances a líderes comunitarios y 1,621 actividades de desarrollo de capítulos y voluntarios”.
Además de eso, organizaron la primera conferencia pospandemia de CCL para la región del Suroeste, “y fue un completo éxito”.
Su vocación la desarrolla acompañada de sus dos hijos. Cuenta que desde pequeños la acompañan a muchas de las actividades, como plantar árboles con Hábitat for Humanity, conferencias, protestas. “Ellos entienden que es un trabajo necesario, aunque no es lo suyo y lo hacen un poco a regañadientes”.
En torno a sus metas y proyectos a corto plazo en términos de tu activismo y defensa del medio ambiente, Solemi explica que su pasión es el compromiso cívico y la participación pública. “Una de mis metas es concebir un movimiento que genere un cambio significativo, trabajando en colaboración y coherencia con organizaciones ambientalistas y personas de todos los niveles sociales”.
“En términos de proyectos, con Citizens Climate International tenemos el PeoplesPavilion.com, una plataforma de empoderamiento climático que facilita la comunicación entre ambientalistas a nivel mundial, y que permite el acceso virtual a eventos seleccionados en torno a áreas temáticas específicas, en y alrededor de la COP. Este año estaré como delegado en la COP28 trabajando en Acción para el Empoderamiento Climático y el Peoples Pavilion”.
Otra de sus metas es involucrar a más gente. “Siempre estamos capacitando a nuestros voluntarios y a las comunidades. Y organizamos eventos que reúnen a la gente para trabajar en soluciones climáticas”.
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