“Siento como si estuviera en otro planeta”

Fabián Solano agradece la guía de su madre, Maryuris Chacoa.
Fabián Solano agradece la guía de su madre, Maryuris Chacoa.

Fabián Solano quiere estudiar medicina. Terminar el colegio no fue fácil por lo que implicaba homologar sus estudios en Colombia.

Por Janett Heredia – Periodista Te lo Cuento News 

Todo en la vida tiene solución. Fabián Solano estaba dispuesto a repetir en Colombia el período académico que ya había aprobado en Venezuela, con tal de proseguir sus estudios de bachillerato, por no contar con los documentos apostillados. Pero el problema era que su edad –acababa de cumplir 15 años– estaba por encima de la correspondiente a la etapa que debía cursar. Optó en consecuencia por el sistema de Ciclos Lectivos Especiales Integrados (CLEI), un régimen de menor duración que le permitió nivelarse y completar el bachillerato.

Le pareció engorroso el proceso administrativo que debió cumplir, pero en términos académicos le fue muy bien. Su próxima meta es la universidad.

Una cama y un techo 

Los lazos consanguíneos de su abuela materna le garantizaron el refugio en Colombia.  Con ella, con su madre y su tía, llegó a Cartagena de Indias en enero de 2017.

Hoy, aunque ya no vive con los parientes de su abuela, expresa gratitud por el apoyo que les brindaron.

“Veo muchos venezolanos sin hogar. Sin un lugar en el que puedan ser recibidos. En cambio yo tuve la suerte de contar con una cama donde caer después de mucho trabajo. No estábamos en las mejores condiciones, pero teníamos un techo y eso se agradece muchísimo”. 

Los primeros años no fueron nada sencillos. Relata que ha sido un largo proceso de adaptación en todos los aspectos. Hasta el entorno doméstico era difícil, ya que el parentesco adquiere distinta connotación cuando la familia está integrada por personas con las que nunca antes hubo contacto, gente con diferentes costumbres.

Siempre pa’lante

Nacido en Baruta, estado Miranda, los dominios de Fabián era Caracas, Guatire, las playas de Vargas y el cerro El Ávila, que define como su “segunda casa”. Su rutina era estudiar y compartir con su papá, sus primos y el resto de su parentela. 

Todo eso se borró de su realidad y, descolocado, manifiesta desconcierto por el vuelco que ha dado su vida. Después de todo, salir de su país de un día para otro no es cualquier cosa. –“Siento como si estuviera en otro planeta”–, explica. 

Pero, como buen venezolano, Fabián mira al futuro con entusiasmo. –“Pa’lante. Si llega la adversidad, siempre hay una manera de salir de los problemas”–, afirma. Agradece la presencia de su madre, Maryuris Chacoa, quien siempre está disponible y dispuesta para guiarlo.

Ayudar a otros 

 Actualmente, Fabián trabaja en el sector comercial, pero calcula que no pasará mucho tiempo para retomar los estudios.

La vocación de servicio es la brújula que lo orienta para no perder el norte de su propósito: ayudar a otros. Si en un principio se le dificulta estudiar medicina, ingresará por enfermería u otra disciplina que le permita acceder al campo de la salud.

Orientación oportuna

La orientación para acceder al sistema educativo en cualquier circunstancia, la puede conseguir Fabián y toda persona interesada en los Centros Intégrate; una iniciativa que propicia la inclusión e inserción de los migrantes venezolanos y los retornados colombianos.

En Cartagena, el centro Intégrate está ubicado en el Barrio El Líbano (carrera 49 # 31B-125), detrás de Unitecnar. El contacto telefónico lo pueden hacer a través del 3174016064.