Pudo volver a trabajar como ingeniero gracias a las bolsas de empleo

George Cárdenas se siente agradecido con Colombia, país del que dice ha sido generoso con él/Foto Cortesía George Cárdenas
George Cárdenas se siente agradecido con Colombia, país del que dice ha sido generoso con él/Foto Cortesía George Cárdenas

Sus conocimientos le permitieron a George Cárdenas desarrollar en pandemia la virtualización educativa de la universidad, para la cual trabajó por dos años.

Por Nora Sánchez – periodista Te lo Cuento News

Antes de decidir migrar hacia Medellín, en 2018, George Cárdenas lo consultó consigo mismo, con su almohada y su familia.

Dejó la ciudad de Valencia en la que fue profesor en el nivel de Educación Superior y después de haber trabajado por 6 años en las gerencias de Informática y Telecomunicaciones de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) en el estado Anzoátegui, se abrió paso en la ciudad de la eterna primavera.

La decisión de irse de Venezuela también estuvo sustentada en el ofrecimiento de amigos de abrirle las puertas de su hogar y aunque sabía que salir del país era aventurarse, la premisa de vivir mejor y ayudar a su familia inclinó la balanza.

El lugar en el que está hoy George es el que soñó tener cuando emigró, pues actualmente se desempeña como Coordinador de Educación para el área de Educación Continua de la caja de compensación Comfama.

A sus 38 años de edad, George Cárdenas es Ingeniero en Computación, especialista en Educación Universitaria, Magíster en Gerencia de las Tecnologías de Información, Magíster en Educación Virtual y está próximo a iniciar el Doctorado en Ciencias de la Educación.

Plataformas de empleo si funcionan

Luego de tener sus documentos y títulos apostillados, de vender sus bienes y reunir algunos dólares, George llegó a Medellín y mientras esperaba que el gobierno abriera de nuevo el Permiso Especial de Permanencia (PEP) fue profesor de tareas dirigidas durante dos meses e incluso fue seleccionado para trabajar en un call center, pero su estatus irregular no le permitió que fuera contratado de manera inmediata, sino varios meses después.

Una vez obtuvo el PEP, George pudo tener un empleo formal en el call center. Reconoce que es un trabajo fuerte y desgastante en cuanto a horarios e indicadores por cumplir, pero se mantuvo allí por un año con el fin de ahorrar dinero para homologar sus títulos profesionales y poder colegiarse en el Consejo Profesional Nacional de Ingeniería (Copnia) equivalente al Colegio de Ingenieros de Venezuela.

Ya con un escalón más arriba en la escalera de metas de su vida, George aplicó para una vacante en la Corporación Universitaria de Sabaneta (UniSabaneta), institución que estaba en búsqueda de un Ingeniero en plataforma de Educación Virtual con experiencia y conocimiento en Pedagogía y a las dos horas de postularse lo llamaron para entrevistarlo y posteriormente fue contratado.

George, quien ha desempeñado cargos de Ingeniero de Plataforma, profesor en el área de Ingeniería en Sistemas, líder de Educación Digital y Coordinador de Educación, encontró estos empleos gracias a las aplicaciones hechas a través de las bolsas de trabajo como Computrabajo y Magneto 365, esta última considerada por él la mejor.

Su trayectoria en Colombia da fe de que dichas plataformas si funcionan y echan por tierra la afirmación de muchos migrantes que no ven en las mismas la posibilidad de emplearse.

Las lecciones de la vida

Tras cinco años en las que ha sumado múltiples experiencias, George no experimenta otro sentimiento más que el agradecimiento y no sólo por ejercer su profesión en el país al que decidió migrar, sino porque reconoce que “el George del 2018 no es ni la cuarta parte del George del 2023”, asegura.

La muerte de su papá y su abuela, viviendo en Colombia, le hacen ver la vida totalmente distinta en la que simplemente disfrute de su día a día, “hago con pasión lo que hago, porque realmente y definitivamente me encanta lo que hago, creo que estoy en el momento justo, en el espacio justo, en el país justo”, dice George al tiempo que enumera lo que le falta por hacer y tener en Medellín.