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Hace 11 años viajó a Canadá sin saber inglés; ahora es ciudadana de ese país:

Maryori Lara apostó por Canadá hace once años y ya logró la ciudadanía.
Maryori Lara apostó por Canadá hace once años y ya logró la ciudadanía.

Maryori Lara estudió dos posgrados y creó un canal de YouTube e Instagram de recetas y turismo culinario

Por Sandra Flores – Periodista Te lo Cuento News

Maryori Lara ha hecho realidad sus sueños. Estrenó la ciudadanía canadiense en junio de 2023 y se siente orgullosa de sí misma por lo que ha logrado superarse desde que emigró a Canadá. Y es que no solo emprendió la aventura de la migración sin saber inglés, sino que también estudió dos posgrados y, en el camino, creó en YouTube su canal de recetas y turismo culinario, La Nanita Lara.

No niega que se encontró con retos difíciles que, en pocas oportunidades, pudieron disminuir el optimismo que la ha caracterizado a lo largo de su vida, pero, en retrospectiva, a unas semanas de cumplir once años en Toronto, expresa su felicidad de haber apostado por este maravilloso país. Con esta experiencia, aspira a crear contenido en su canal de YouTube y medios sociales dedicado a inspirar a otras personas a saber que pueden lograr lo que se propongan, en este caso, principalmente experimentar con nuevos platillos.

“El optimismo sí sirve”, establece con expresión alegre. “Cuando estaba en la ceremonia canadiense en la que recibí la ciudadanía, no paré de llorar, porque recordé los desafíos y aprendizajes que pasé para venir a Canadá y mis primeros años aquí. Pero poco a poco me superé y pude lograr mi sueño, porque sí, los sueños se hacen realidad si trabajas por ellos”, afirma.

Tan bien han fluido las cosas que ya está comprometida con otro venezolano. Planea casarse en un par de años, pues primero tienen que pensar bien la logística para que sus familiares y amigos, los que viven en Venezuela y los dispersos por el mundo, puedan acompañarlos en un evento tan especial.

La opción más retadora para migrar

A sus 41 años y lejos de su patria desde hace once años, Maryori recuerda que la Venezuela de su infancia era un país con sus problemas, como cualquier otro, pero sin tanta inseguridad. La gente podía comer en un restaurante y caminar por la noche para llegar a su casa sin riesgos, o agarrar carretera para viajar a la playa o a otras ciudades porque había gasolina y las vías terrestres eran seguras y recibían mantenimiento.

Graduada en Comunicación Social y con años de experiencia en el mercado laboral, Maryori veía más lejana la oportunidad para ser económicamente independiente y tener la posibilidad de retribuir a sus padres la vida que se merecen. Por otro lado, expresó que siempre quiso continuar sus estudios con un posgrado relacionado con comunicación y publicidad.

En esas circunstancias, la idea de migrar, para superarse no solo económicamente sino académicamente también, se fijó en su mente y sus opciones eran dos: estudiar un posgrado en Publicidad y Mercadeo en España, donde no había barrera de idioma; o Canadá, donde tendría que empezar por estudiar inglés para luego continuar con sus estudios de posgrado.

Canadá era la opción más retadora y difícil, pero ante la problemática que planteaba la recesión en España, fue la decisión de Maryori.

Llegó a Toronto el último día de diciembre de 2012, en lo que fue su primer fin de año lejos de su familia. “Siempre he sido una persona muy optimista, pero ese día me afectó mucho sentimentalmente. No me sentí tan fuerte y lloré”, rememora.

“Estuve alrededor de cinco años ahorrando en dólares americanos porque veía que la situación en Venezuela empeoraba, y en el último año llegué a tener cinco trabajos al mismo tiempo en las áreas del periodismo, fotografía, promociones y comercio. Dormía poco y no tenía fines de semana libres”, fueron sus palabras al explicar cómo hizo para financiar su estancia y estudios. “Fue un riesgo porque tomé los ahorros de mi vida, pero no fue suficiente y al final mis padres me ayudaron con el último empujón”.

Firme ante todos los desafíos

Sin embargo, la vida seguía y ella inició sus estudios de inglés que le tomaron un año. Después, realizó un primer programa de posgrado en Comunicación y Medios y más tarde otro en Publicidad y Manejo de Medios; este último tenía un beneficio de pasantía para recibir oportunidades en el mercado laboral y, en conjunto, los dos años de estudio le abrían la oportunidad de aplicar también para un permiso de trabajo.

A la fecha, tiene ocho años trabajando en una agencia de publicidad y ostenta el puesto de gerente de inversiones en medios digitales, pero no todo ha sido miel sobre hojuelas.

El idioma fue un desafío al principio porque, al no ser hablante nativa, se encontraba con dificultades que le exigían recortar sus tiempos personales para dedicarlos al trabajo, pues le tomaba más tiempo para entender sus tareas. Además, admite que ha percibido en pocas oportunidades situaciones de racismo y diferencia de género, pero aclara que las empresas tienen cero tolerancia para este tipo de situaciones y se toman muy en serio las denuncias.

“Ahora soy gerente de trece personas, de las cuales 12 son extranjeras, y mi enfoque desde el liderazgo es mantener un ambiente laboral que sea seguro, sano y con oportunidades para ellos, así como también prepararlos e inspirarlos para que sean buenos en lo que hacen y puedan lograr también ser líderes en el futuro”.

Abierta a la adaptación

Para Maryori, al inicio de su vida en Canadá, fue difícil socializar y entablar relaciones debido a las diferencias culturales y de idiosincrasia.

“Los canadienses son buenas personas. No es fácil hacerte buen amigo de un canadiense porque ellos son reservados y agendados, pero una vez ellos se abren contigo, te das cuenta de que su amistad es bondadosa. La mayoría de mis amigos aquí son venezolanos porque conectamos fácilmente y tendemos a ser espontáneos, pero también valoro a mis amistades canadienses y de otras nacionalidades”.

Después de once años en el país, Maryori se ha adaptado a un nuevo idioma y una nueva cultura, expresando su cariño y agradecimiento a Canadá por recibirla con los brazos abiertos y darle nuevas oportunidades. “Una vez que mi inglés mejoró, pude entender y apreciar la cultura canadiense y a su gente. Fue como abrir una puerta hacia un mundo nuevo y asombroso”.

“Mi mayor recomendación para aquel que quiera emigrar es la preparación. Estudien el idioma del país, aprendan su historia, cultura y leyes, infórmense bien de la vida cotidiana: finanzas, rentas, transporte y comida. Tengan su mente abierta para vivir desde otra perspectiva. Es otro país el que nos está dando la bienvenida, es justo que lo respetemos y apreciemos”, acota.

La Nanita Lara, recetas y turismo culinario

Su prometido y sus amigos venezolanos se convirtieron en refugio y familia para ella, pero durante el confinamiento a causa de la pandemia solo contó con la compañía de su prometido. Agregó que la idea de abrir un canal en YouTube y otros medios sociales fue una agradable fuente de entretenimiento.

“El concepto de La Nanita Lara, recetas y turismo culinario surgió de la pandemia porque estuvimos encerrados en la casa y yo empecé a inventar recetas con mi novio”, recuerda, “entonces pensé que podía hacer algo así como pasatiempo y decidí abrir un canal de YouTube y crear mi medio social para compartir recetas”.

Más tarde añadió el segmento de turismo culinario, pues la diversidad cultural de Toronto permite visitar restaurantes que ofrecen comida típica de diferentes países.

“Incluí esta parte porque vamos al restaurante, probamos los platillos y mostramos lo que hacen”, comenta. “Las cuentas de YouTube e Instagram tenían buena receptividad, pero a medida que ascendía en el trabajo se me hizo cada vez más complicado y no me quedaba tiempo para mi pasatiempo, aunque estamos pensando en reactivarlo y lo haremos pronto”.

Ese es uno de sus objetivos pendientes por cumplir, pero también quiere ser fuente de inspiración para empoderar a otras personas a lograr lo que se propongan. Desde probar nuevos sabores en tu cocina o en cualquier restaurante del mundo, hasta intentar nuevas experiencias en otros países y lograr tus sueños, así como el de ella cuando logró establecerse en su nuevo hogar llamado Canadá.