Una de las primeras surgió hace 20 años en Orlando, y desde entonces se han ido sumando muchas más. Cumplen un rol social y de representación ante la sociedad y autoridades de ese país.
Por Hernán Lugo-Galicia – periodista Te lo Cuento News
Desde el 5 de julio, Día de la Independencia, aumentó la cifra de casas Venezuela existentes en Estados Unidos. Hasta ese día había 80, pero se sumaron otras tres, y la meta para fines de 2023 es llegar a 100.
El éxodo de venezolanos encontró esa modalidad de organizarse y hacer que su voz sea escuchada en el área donde habitan y en los círculos de poderes que toman decisiones en materia migratoria. En Texas, donde reside la mayoría de los venezolanos en EEUU, hay casas en Dallas, Houston y Austin. La lista incluye grupos en California, Utah, Indiana y Florida, entre otros estados.
La original
Uno de esos hogares, Casa Venezuela Orlando, en Florida, conmemoró el día patrio su XX aniversario con entregas de placas de reconocimiento a estudiantes, a políticos como el expresidente interino, Juan Guaidó, el ex representante diplomático, Carlos Vecchio, y organizaciones sociales.
CVO es matriz e impulsora en otras ciudades de este tipo de organizaciones sociales; por ejemplo, en Tampa Bay, Fl., trabajó con Casa Venezuela Tampa Bay, creada en 2017, y que ahora se llama CV-Hillsborough, para tener incidencia en todo el condado y no sólo en la ciudad mencionada. Al frente de CVO está William Díaz, un venezolano, ciudadano americano, con 30 años en EE.UU., y quien ayuda a otros connacionales a organizarse de manera filantrópica.
“Nacimos en 2003 inspirados en un niño, Miguel Andrés Ron, quien necesitaba $500.000 para ser admitido en un hospital de Texas, porque sus padres no tenían seguro médico. Hicimos un radio maratón y conseguimos $56.000 que en algo ayudó. Ese día también se pidió colaboración para un niño puertoriqueño, así que nos unimos las dos comunidades, la venezolana y la de la isla, en este fin”, recuerda Díaz.
En esas dos décadas han hecho una labor social y política a favor de la immigración venezolana. En acuerdo con hoteles de Disney, han conseguido donaciones de lencerías que reparten entre los venezolanos recién llegados y envían a Venezuela; además de repartir alimentos y tener un banco de sillas de ruedas.
Durante la pandemia, la empresa Ford les obsequió 100.000 mascarillas que distribuyeron en Orlando y en estados venezolanos, como Sucre y Miranda; y en Colombia.
Desde hace 5 años, reconocen a los estudiantes venezolanos más destacados en Orlando: “El primer año, la cifra fue de 27; al año siguiente, subió a 50; luego, a 80; en 2002, fueron 120; y este año, en el escenario, había 160 jóvenes”, cuenta Díaz.
A partir de 2014, CVO impulsó el proyecto de protección temporal, conocido como TPS, junto con los representantes Allan Wilson y Darén Soto y los directivos de la entonces Casa Venezuela Hillsborough, Norma Camero Reno y Javier Torres. El TPS fue aprobado años más tarde por la gestión de Joe Biden.
El próximo 29 de julio entregarán 400 mochilas o morrales a niños, como parte del inicio del año escolar en la ciudad, y para paliar la crisis económica que enfrenten sus padres.
Al día siguiente harán la I exposición infantil de negocios. Díaz explica que participarán 30 niños, a quienes se les explicarán cómo manejar sus ventas de limonadas, galletas u otras ideas que tengan para obtener recursos para sus escuelas o grupos sociales. “Lo importante es que adquieran disciplina, respeto e integridad y de cómo pueden contribuir con la sociedad”, expresó.
Acción por el prójimo
Por los lados de Tampa, CVH surgió de otra organización, VCA, que tenía un fin cívico-cultural y creó, entre, el grupo Niños Cantores, que aún existe.
Javier Torres, expresidente de CVH, y Alba Medina, explican que asumieron la representación de los venezolanos en la ciudad: crearon conciencia en la comunidad americana e hispana sobre lo que pasaba en Venezuela con el chavismo en el poder con actos, foros y presencia en instancias gubernamentales; organizaron la recolección de firmas en 2016, y estrecharon los lazos con Casa Cuba en Tampa.
El trabajador legal de Torres y Camero evitó, por ejemplo, que fueran deportados un padre, con su esposa y dos hijos hacia Venezuela; y que cientos de connacionales tuvieran asesoría jurídica en sus casos de migración.
Las casas Venezuela trabajan ad honorem o, como dice Díaz, con las uñas, gracias a personas bondadosas que donan tiempo o recursos, pero lamenta que la nueva política aduanal del chavismo, ahora, costará más el envío de paquetes al país.
“El pueblo sufrirá por las medidas en los puertos. Será más caro y difícil los envíos. Allí tenemos una donación de Hand Sanitizer que no podemos enviar a Venezuela”, se queja. Por ello, estos productos los distribuirán en iglesias y escuelas en Orlando.