Justo al cumplir Juan Guaidó 100 días como presidente encargado de Venezuela, el líder político Leopoldo López fue liberado por las fuerzas militares que apoyan a la oposición. Este es el balance de las acciones de Guaidó, con las que busca la caída de Nicolás Maduro.
Desde que Juan Guaidó se juramentó como presidente encargado de Venezuela, el 23 de enero de este año, prometió “el cese de la usurpación, un gobierno de transición y elecciones libres”. Para cumplir esa estrategia dividió el plan en dos ejes: movilización social y presión diplomática.
Teniendo en cuenta que Guaidó no controla el territorio, la burocracia, ni buena parte de los recursos económicos, su gestión es limitada y enfrenta muchos obstáculos. Sin embargo, en materia de política exterior y de organización social, el opositor ha tenido varios triunfos. Estos son los puntos claves de su gestión, los avances y los retos.
Los planes de Guaidó
Desde que Maduro empezó un segundo mandato presidencial, el 10 de enero de este año, la oposición definió un plan para resistirse. Convocaron los artículos 233, 333 y 350 de la Constitución y Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional (AN) de Venezuela desde este año, se proclamó el mandatario encargado en medio de miles de manifestantes.
Ese día el opositor anunció la ruta para unas nuevas elecciones. Pero sus proyectos no terminan ahí. Guaidó promovió la Operación Libertad, una movilización que empezaron a organizar en marzo y que tiene como fin llegar al Palacio de Gobierno en Caracas, y el Plan País, un proyecto con propuestas a corto, mediano y largo plazo.
Este plan, que se anunció en enero, tiene tres puntos para “rescatar a Venezuela luego de liberarla”: recuperar al Estado venezolano y ponerlo al servicio de la gente, empoderar a los venezolanos a fin de liberar sus fuerzas creativas y productivas, y reinsertar al país entre las naciones libres del mundo.
Además, el plan define las prioridades de su gestión a corto plazo, como atender a la emergencia humanitaria, garantizar la seguridad ciudadana y generar confianza. Las donaciones que se entregaron el 23 de febrero en la frontera colombo-venezolana, por ejemplo, responden al Plan País.
Sin embargo, él y el presidente colombiano Iván Duque fueron criticados desde algunos sectores por las características que debería tener la ayuda humanitaria, que incluyen la gestión de organizaciones internacionales independientes, y por el resultado de la operación, en la que accidentalmente se incendió un convoy de donaciones.
Hay otros aspectos del Plan País que se establecen como prioritarios pero tienen pocas probabilidades de solucionarse a corto plazo, como reactivar la industria petrolera o estabilizar la economía. Como contó Francine Howard, representante en Colombia del partido de Venezuela Voluntad Popular, si Guaidó no tiene el control de los recursos económicos, su margen de acción en este tema es muy limitado y por eso solo se enfoca en promover sanciones económicas.
El cerco diplomático y las sanciones
Muchos mandatarios han celebrado la gestión de Guaidó en materia de política exterior pues ya lo reconocen más de 50 país como el presidente encargado y ha establecido relaciones cordiales con la mayoría de los líderes de la región, en lo que han llamado el ‘cerco diplomático’ a Maduro.
Víctor Mijarres, profesor de la Universidad de los Andes, asegura que lograr el reconocimiento de estos países del bloque occidental es importante porque él está representando valores liberales. De este modo Guaidó también impulsa el objetivo del Plan País de insertar a Venezuela entre las “naciones libres” del mundo.
Los principales retos que ha enfrentado el opositor en este tema son el apoyo económico y militar de China y Rusia a Venezuela, y la falta de apoyo en un tema fundamental: contemplar todas las opciones en contra de Maduro, incluida la confrontación armada.
“Los acontecimientos de hoy me obligan a tomar una decisión: plantear a la comunidad internacional de manera formal que debemos tener abiertas todas las opciones para lograr la liberación de esta patria que lucha”, aseguró Guaidó en el encuentro del Grupo de Lima este año, en el que no se apoyó una intervención militar.
Aunque organizaciones como el Grupo de Lima, la Organización de Estados Americanos (OEA) o la Organización de Naciones Unidas (ONU) no apoyan una acción armada, César Augusto Niño, profesor de la Universidad Sergio Arboleda, identifica como un gran avance que la crisis venezolana se discuta en el Consejo de Seguridad de la ONU, por ejemplo.
Otro progreso que surge del fortalecimiento de relaciones diplomáticas es que las sanciones económicas al gobierno de Venezuela no se limitaron a algunas personas, como sucedía antes, sino que también tocan las utilidades del petróleo.
Las sanciones a la compañía estatal petrolera PDVSA (y a Citgo, su filial estadounidense) y al Banco Central son mucho más contundentes y ocurrieron, en parte, porque existe la figura de Guaidó. De hecho, Robert Palladino, del Departamento de Estado dijo en enero que Guaidó tiene autoridad sobre las cuentas venezolanas ubicadas en el Banco de la Reserva Federal.
Desde que asumió como presidente interino, Juan Guaidó ha convocado manifestaciones masivas en Venezuela, que han tenido eco en los países que acogen a los migrantes venezolanos. | © TWITTER @JGUAIDO
Lo que viene
Aunque se han logrado avances en medio de posibilidades muy limitadas, lo más importante apenas comienza. Laura Gil y César Augusto Niño coinciden en que Guaidó ha perdido impulso y Maduro aún controla los activos más importantes. Y Víctor Mijarres comenta que la estrategia de la oposición es lenta y a largo plazo, pero es la única que tienen a la mano. Al final, la falta de elecciones libres y de un control estatal efectivo definieron los primeros meses del mandatario.
La liberación de Leopoldo López oxigena el proyecto de la oposición, consolida los primeros 100 días del presidente interino y abre las puertas a una nueva jornada de expectativa por lo que pueda pasar en Venezuela.
Por: Proyecto Migración Venezuela @MigraVenezuela
