Alexandra Dalleman explora los liderazgos femeninos en un territorio marcado por el patriarcado y la presencia de grupos armados.
Por Camila Rivera – Periodista MigraVenezuela
Alexandra Dalleman, investigadora social y feminista araucana, presentó en Bogotá su obra ‘La tierra de las mujeres de bambú’, un texto revelador que forma parte del libro ‘Frontera Común
Durante su estancia en Bogotá, compartió su visión sobre las posibilidades del liderazgo social en una zona fronteriza afectada por la presencia de grupos armados y el abandono por parte de los estados venezolano y colombiano.
Dalleman, quien previamente llevó a cabo diversas investigaciones en Arauca y trabajó para la Comisión de la Verdad, confiesa que una de las inquietudes que siempre la ha acompañado es la falta de relatos sobre las mujeres en su tierra natal.
A pesar de los numerosos escritos existentes acerca del conflicto armado en la región y las diferentes dinámicas sociales, el liderazgo y los aportes de las mujeres han sido apenas abordados. “Es sorprendente – comenta – la escasez de narrativas en torno a las mujeres araucanas y sus contribuciones a la sociedad”.
Alexandra reflexiona acerca de la falta de narrativa sobre los liderazgos de mujeres campesinas, políticas y lesbianas o trans en el territorio, también se enfrenta a la dura realidad del patriarcado arraigado en su entorno. “Como mujer viviendo en un territorio marcado por el machismo, posicionarse como líder y escritora conlleva un desafío adicional”.
Además, ella se pregunta: “¿Cómo esta dinámica que está instalada en nuestra región puede afectar la participación de las mujeres?, ¿Por qué no existe una política diferencial que realmente aporte a la inclusión?”.
En este sentido, cuenta un ejemplo sobre las dificultades que muchas mujeres enfrentan para asistir a reuniones o compromisos en lugares lejanos, ya que la responsabilidad del cuidado de los hijos y el hogar recae principalmente sobre ellas. “No puedo ir, tengo que cuidar a mi niños”, le confesó una mujer en una ocasión, “es mejor que envíen al presidente de la Junta, él sí puede”. Este ejemplo ilustra cómo, aunque se ofrezcan espacios de participación, no existe una garantía real de inclusión debido a las restricciones y responsabilidades cotidianas que limitan el liderazgo femenino.
Alexandra también destaca el silencio impuesto a las mujeres en la región. Según su investigación, en Arauca existen dos formas de control: una ejercida por los hombres, quienes imponen normas de participación excluyentes, y otra mediante castigos sociales que restringen el liderazgo femenino, incluso a nivel político.
La presencia de grupos armados en estos territorios refuerza este control al establecer parámetros de comportamiento y de “buena conducta social”, como dictar que las mujeres trans no puedan usar cierto tipo de ropa o llevar el pelo largo.
Históricamente, Arauca ha sido percibida como un territorio colectivo, una frontera porosa que permitía el paso fluido entre ambos países. No obstante, con el surgimiento de grupos armados y el cierre de la frontera, la dinámica cambió drásticamente. “En el año 2000-2001, cuando los paramilitares incursionaron en la región, Arauca se convirtió en refugio para las comunidades”, revela Dalleman.
Sin embargo, el cierre de la frontera ha generado una problemática significativa debido a los constantes combates, lo que ha llevado a desplazamientos forzados en Colombia.
Además, la investigadora señala que las comunidades ubicadas en las zonas ribereñas experimentan una presencia estatal diferenciada. Aunque cuentan con escuelas y centros de salud de tamaño reducido, carecen de infraestructura básica como vías y agua potable. Los niños se enfrentan a obstáculos para continuar sus estudios y, en general, hay un alto riesgo debido a la falta de acceso a derechos humanos fundamentales.
Alexandra Dalleman, a través su investigación, arroja luz sobre el liderazgo femenino en la frontera. Su obra “La tierra de las mujeres de bambú” abre un espacio para visibilizar las voces silenciadas y desafiar las barreras impuestas por un entorno patriarcal y marcado por la violencia. En medio de una realidad compleja y desafiante, las mujeres en Arauca continúan luchando y construyendo un camino hacia un futuro más inclusivo y equitativo.
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