Por falta de apostillas, venezolanos siguen varados para convalidar sus títulos

El proceso de convalidación de un título profesional de un extranjero en Colombia puede demorar más de un año, con suerte. En el caso de los venezolanos la espera se alarga aún más. | Por: CORTESÍA VENEZUELA MIGRANTE

Según datos del Observatorio del Proyecto Migración Venezuela, a diciembre de 2020, el 97,5% de los migrantes venezolanos no habían convalidado sus títulos educativos y profesionales en Colombia. 

Los trámites para convalidar un título profesional siendo venezolano en Colombia siguen siendo retadores, primero por la falta de apostillas que los migrantes no pudieron obtener, debido a los altos costos en dólares, o porque hay trabas burocráticas ante el Ministerio de Relaciones Exteriores, en Venezuela. 


A esto se suman los costos del trámite ante el Ministerio de Educación Nacional en Colombia, los cuales están alrededor de 600 mil pesos para un título de pregrado, y 800 mil pesos para un título de postgrado, una suma elevada de conseguir para un venezolano que apenas está llegando a buscar empleo.


Otro factor que incide en el bajo nivel de convalidación de título de los extranjeros es la demora en el proceso, una vez que el profesional venezolano logra conseguir el dinero para efectuar el trámite, que generalmente tarda más de un año para un migrante de cualquier nacionalidad. En el caso de los venezolanos la espera se alarga aún más, según explica el abogado Andrés Carvajal Suárez, experto en el  tema. “Un funcionario antes verificaba cinco casos al día,  ahora tiene que verificar de 30 a 50, y eso evidentemente genera una congestión en el sistema de respuesta, tomando más del tiempo establecido”, explica Carvajal. 

El Ministerio de Educación Nacional estipula que la convalidación de títulos es el reconocimiento que este efectúa sobre un título de educación superior otorgado por una institución legalmente autorizada en el país de origen. Lo que hace este documento es permitir adquirir los mismos efectos académicos y legales en Colombia.

Este proceso es igual para cualquier extranjero o colombiano que haya adquirido un título profesional fuera de Colombia. Para este proceso realizado por el Ministerio de Educación, el solicitante debe presentar varios documentos incluyendo el diploma del título que se presenta para convalidación, con sello de apostilla o legalización por vía diplomática y su documento de identidad, ya sea cédula de ciudadanía, pasaporte o cédula de extranjería vigente para los extranjeros, Permiso Especial de Permanencia (PEP) o Permiso por Protección Temporal (PPT) para ciudadanos venezolanos.

Para muchos venezolanos convalidar un título profesional representa un largo calvario. Este es el caso de Greily Ramírez, licenciada en enfermería, que llegó al país hace tres años, y no ha podido ejercer formalmente su profesión. “Cuando me vine acá fue de un día para el otro, me traje los títulos, las notas, certificados del internado rotatorio, pero no estaban apostillados, y actualmente tampoco tengo el PEP y sin esto no me dejan ejercer”, dice Ramírez, quien además le ha tocado trabajar de mesera o atendiendo a personas de la tercera edad por temporadas.

Al igual que esta enfermera, Isbelia Fuenmayor, graduada de medicina integral y quien llegó hace dos años a Colombia, no ha podido ejercer su carrera en el país. En una ocasión le ofrecieron un trabajo en un hospital de Zipaquirá, donde vive actualmente, pero finalmente no la contrataron. “Ellos estaban requiriendo de personal de medicina, pero me dijeron que no me podían dar la oportunidad porque no tenía la convalidación de los títulos acá en Colombia”, afirma esta migrante, quien en estos momentos se encuentra desempleada y por el momento ofrece servicios de salud voluntarios a familias con bajos recursos.

Según la Cancillería, el proceso de apostillar un título o documento consiste en certificar la autenticidad de la firma de un servidor público en ejercicio de sus funciones para que el documento surta plenos efectos legales en un país que haga parte del Convenio sobre la Abolición del Requisito de Legalización de los Documentos Públicos Extranjeros, de la Conferencia de La Haya de 1961.

El proceso de apostillado se hace en el país donde se expidió el título profesional, las notas, y otra serie de documentos avalados por el Ministerio de Educación. Luego, el Ministerio de Relaciones Exteriores le pone un sello o una nota de apostilla confirmando la autenticidad del documento, con esto se confirma que tiene una autentificación internacional.

Actualmente, las autoridades encargadas de apostillar un documento en Venezuela varían. En el caso de título, fondo negro o notas certificadas de bachiller, el Ministerio de Educación Superior es el encargado de hacer este trámite.

Según la página web Infomigration, para hacer el proceso de legalización de estos documentos en Venezuela, las personas deben solicitar una cita en la entidad que necesiten. En el caso de educación, se debe hacer por medio de la página web del Sistema de Gestión de Tramites Universitarios.

Cuando ya se confirme la cita, la persona deberá asegurarse de tener a su disposición hojas de tamaño oficio y los timbres fiscales correspondientes. El día de la cita la persona deberá llevar todos los requisitos a la oficina de legalización de la entidad. Posteriormente, la persona debe pedir una cita por medio de la página web  del Ministerio de Relaciones Exteriores para obtener el sello que hace válida la apostilla en el exterior.

Este proceso, en el caso de los venezolanos que viven en Colombia, se tiene que hacer directamente en Venezuela. Según el abogado Ramón Aguilar, quien ya hizo esta diligencia, dice que realizar la apostilla de su título tuvo un costo y una dificultad grande. “Es un proceso muy burocrático como todo lo que se hace actualmente en Venezuela, hay que pagar mucho y siempre está la mala práctica corrupta de que para que efectivamente se produzca la cita hay que pagarle otro dinero al funcionario”, asegura este abogado, quien tuvo que ir directamente hasta Caracas para hacer el proceso.

La contadora venezolana Carol Patricia Rojas, radicada en Bucaramanga desde el 2016, ni siquiera pudo hacer este trámite viajando a Venezuela en el año 2018. “No me atendieron. Una vez pagué 500 dólares a un gestor, pero esta persona se perdió con el dinero”,  lamenta esta migrante, quien ha gastado más de mil dólares en viajes e intermediarios y no ha podido lograr la apostilla.

Otra experiencia amarga la vivió Alejandra Sánchez, técnico superior en informática y profesional en administración de empresas. En una ocasión viajó a Caracas y se vino con las manos vacías, ni siquiera pudo conseguir el pensum de estudios para apostillarlo. Ante eso decidió estudiar un técnico diferente para conseguir trabajo en Colombia. Gracias a que su mamá es colombiana y tiene también pasaporte colombiano, pudo ingresar al Sena a estudiar auxiliar de enfermería.

Además de lograr la apostilla en Venezuela, para poder ejercer en Colombia,  algunos profesionales del vecino país deben homologar sus carreras, según precisa el abogado y profesor universitario venezolano José Manuel Guanipa“Hay carreras en la que basta iniciar el procedimiento radicando el título debidamente apostillado con otros documentos que se piden, pero en otros casos como el de los abogados o contadores se exige que se cursen algunas materias básicas en una universidad autorizada por el Gobierno colombiano”, dice este abogado, que de hecho tuvo que hacer esos estudios durante seis meses.

El abogado y profesor explica que la homologación de los títulos se hace para garantizar que un profesional determinado esté realmente en capacidad de realizar su trabajo de la manera más idónea. “Los médicos necesitan que el colegio médico autorice la incorporación al ámbito laboral de este, y en el caso de los abogados tiene que ser el Consejo Superior de la Judicatura”, apunta Guanipa.

El abogado venezolano, Luis Camacho, también hizo todo este proceso de homologación en Colombia y apostillado de documentos en Venezuela, y dice que en promedio tuvo que invertir cuatro millones de pesos. Su experiencia personal fue positiva con la homologación. En la universidad le dieron facilidades para pago, pero para un migrante con un sueldo mínimo y sin los documentos certificados puede ser algo muy difícil.

Por: Laura Sierra Musse @lausierramusse