Desde la ONG Puentes Ciudadanos, la internacionalista Socorro Ramírez, profesora jubilada de la Universidad Nacional de Colombia, insiste en lo apremiante de abrir la frontera con Venezuela.
Además de la necesidad de reactivar la economía binacional, la apertura de la frontera con Venezuela —que quedó suspendida hasta el 1 de septiembre por decisión del Gobierno colombiano — trae consigo un punto clave: poner de nuevo en funcionamiento los consulados, tanto en las zonas de frontera como en las ciudades donde hay más población migrante venezolana en Colombia.
Así lo plantea Socorro Ramírez, de la ONG Puentes Ciudadanos Colombia y Venezuela, profesora jubilada de la Universidad Nacional, y quien durante 16 años hizo parte de la Comisión Binacional y Fronteriza (Cobifron).
Por el apoyo que el presidente Iván Duque le expresó al líder de la oposición venezolana Juan Guaidó en el año 2019, Nicolás Maduro rompió las relaciones diplomáticas con Colombia y desde ese momento toda la parte consular está paralizada.
“Es urgente que se abran las oficinas consulares en las zonas de frontera. Eso no significa que un país reconozca al presidente del otro. Eso puede funcionar si los dos estados establecen canales de comunicación y tramitación”, dijo Ramírez al Proyecto Migración Venezuela.
La analista del tema fronterizo explica que esta decisión no puede esperar, y lo que significa es que ambos países deben tener un dispositivo u oficinas para atender a sus nacionales que están radicados como migrantes tanto en Colombia o Venezuela. El objetivo es que estos ciudadanos puedan hacer trámites consulares, renovación de pasaportes, expedir cédulas o cualquier otro documento.
La organización civil Puentes Ciudadanos insiste en la idea de afianzar la institucionalidad estatal de ambos lados de la frontera para evitar el daño mutuo, y en razón de ello, el año pasado propuso debatir con la Cancillería y las comisiones segundas del Congreso colombiano la revisión de la política hacia Venezuela y la reapertura de consulados, empezando por los de la frontera. Este planteamiento aún sigue sin concretarte por las diferencias entre los gobiernos de Bogotá y Caracas.
«Esa vecindad fronteriza entre Colombia y Venezuela es muy intensa, mientras más canales de comunicación se tengan mucho más positivo será para los ciudadanos de frontera, que son más o menos 10 millones de personas las que están afectadas»
Socorro Ramírez, ONG Puentes Ciudadanos Colombia y Venezuela
La académica asegura que se ha tenido buena comunicación y apoyo a esas iniciativas locales, que son las que están promoviendo que se reabra la frontera por tres puentes entre Norte de Santander, pero hasta el momento no se ha concretado.
Ramírez advierte que es decisivo recuperar la posibilidad de que los flujos migratorios se organicen, que esta gran cantidad de migrantes venezolanos y retornados colombianos con familias binacionales puedan pasar por esos pasos legales de forma controlada y segura.
“Con no abrir las oficinas consulares no le hace daño a Duque o a Maduro, allí se les hace daño a las poblaciones de cada país que comparten tantos flujos transfronterizos. No regularlos resulta mutuamente dañino”, dice la analista, quien está convencida de una urgente aproximación entre Colombia y Venezuela, sin depender de las opciones políticas de cada gobierno.
Por: Milagros Palomares @milapalomares