Este domingo, desde el Vaticano, el Sumo Pontífice dijo que la humanidad está llamada a “construir un mundo siempre más inclusivo” que acoja a todos “sin prejuicios”.
Desde la ventana del Palacio Apostólico, tras la catequesis del Ángelus, en la que ya había reiterado la invitación a ser “comunidades humildes y abiertas”, el Pontífice lanzó un claro llamamiento a “caminar juntos sin prejuicios y sin miedo, estando al lado de los más vulnerables”.
El Papa Francisco hizo esta invitación durante la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado, la cual fue instaurada por la Iglesia en 1914 y se celebra en todo el mundo, todos los años, el último domingo de septiembre.
Según reseñó el portal Vatican News, el Papa hizo este llamado también en medio de la iniciativa de la Conferencia Episcopal Italiana en favor de los migrantes y refugiados, que culminó con una misa nacional en la basílica papal presidida por monseñor Pietro Coccia, presidente de la Conferencia Episcopal de las Marcas.
Allí, la máxima autoridad de la Iglesia católica invitó a toda la humanidad —no sólo a los creyentes— a tender la mano a estas personas que sufren: “migrantes, refugiados, desplazados, víctimas de la trata y abandonados”, tema de la jornada.
El Papa también invitó a todos los presentes de la Plaza de San Pedro, que se acercaran al monumento “Angel Unwares”, que representa a un grupo de inmigrantes y refugiados de diferentes orígenes culturales y períodos históricos, todos juntos en una balsa.
La escultura de mármol negro realizada por el artista canadiense Timothy Schmalz, fue inspirada por el cardenal Michael Czerny, subsecretario de la sección de Migrantes y Refugiados del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, inaugurado en 2019 por el propio Pontífice.
La escultura está en la Plaza de San Pedro, en la columnata de la derecha, mirando a la Basílica, como advertencia y mensaje sobre el drama de las migraciones, con una clara referencia a las palabras del Apóstol Pablo en la Carta a los Hebreos: “no se olviden de mostrar hospitalidad, porque por ella algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles”.
“Antes de abandonar la plaza, les invito a que se acerquen a ese monumento que hay allí, donde está el cardenal Czerny: la barca con los migrantes, y a que se detengan en la mirada de esas personas y capten en esa mirada la esperanza que hoy tiene todo migrante de volver a vivir. Vayan allí. Vean ese monumento. No cerremos las puertas a su esperanza”, dijo el Papa Francisco.
Por: Proyecto Migración Venezuela @MigraVenezuela
