La fuerza laboral venezolana en Colombia es importante y debe tomarse en cuenta para el desarrollo del país, de acuerdo con un informe elaborado por la Fundación de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi) titulado Inclusión laboral de migrantes, una apuesta del sector privado.
El documento presenta el Modelo de Empleo Inclusivo (MEI), un mecanismo impulsado por la Fundación Andi, la Agencia para el Desarrollo Internacional (USAID), junto a la Fundación Corona y Acdi-Voca, que pretende incentivar a los empresarios a incluir a trabajadores migrantes en sus nóminas.
Según los datos recogidos en el documento presentado este miércoles, en 2019 el 71,3 por ciento de los ciudadanos venezolanos en Colombia estaban en edad para trabajar, es decir, eran personas mayores de 10 años en áreas rurales y mayores de 12 años en áreas urbanas.. De igual forma, el 62,6 por ciento de los venezolanos en territorio colombiano se encontraba trabajando o buscando empleo, es decir hacían parte de la Población Económicamente Activa (PEA).
«Estamos hablando de un universo casi de dos millones de personas con diversas habilidades, capacidades y preparación académica, que tienen mucho para entregarle al desarrollo en Colombia. Es una oportunidad única, que el país debe aprovechar y a través de la solidaridad y unidad contribuir a la transformación de los territorios»
Lawrence Sacks, Director de Usaid
En el lanzamiento virtual, Bruce Mac Master, presidente de la Andi, dijo que, dado el inmenso reto que se tiene con la población migrante, los empresarios han buscado conocer el efecto del fenómeno migratorio y la capacidad que tienen los empresarios para reaccionar, “como también la mejor manera de gestionar políticas que permitan su atención”. Añadió: “La inclusión de población migrante va a generar un entorno más competitivo para la economía. Esto se puede hacer a través de la proveeduría y generación de empleo”.
El informe también detalla que debido a la alta tasa de desempleo entre venezolanos (20,5% en 2019), se tomó la iniciativa para que empresas privadas incluyan en sus nóminas a trabajadores venezolanos, los cuales tienen un nivel educativo ligeramente superior al de los connacionales y tienen mucho compromiso para trabajar.
Según datos de la Gran Encuesta Integrada de Hogares del Departamento Nacional de Estadística (DANE) de 2019, el 69,1 por ciento de los venezolanos en Colombia son bachilleres, el 11,7 tiene estudios técnicos o tecnólogos, el 13,8 tiene un grado universitario y el 0,8 ha hecho estudios de postgrado. Eso quiere decir que el 95,4 de la población venezolana tiene algún nivel educativo.
Por tal motivo se deben aprovechar esos conocimientos y traducirlos en beneficios, tanto económicos como culturales. El reporte destaca los beneficios de la propuesta hecha por estas organizaciones en el MEI, para de esta forma insertar a esta población.
Los beneficios de la propuesta, que ya ha sido aplicada por empresas como Claro Colombia, Dugotex y Sierra Nevada se resumen en la baja rotación en los puestos de empleo. También los migrantes venezolanos llegan con altos niveles de formación y los indicadores de producción y efectividad se muestran altos, por los procesos aplicados por las empresas en la capacitación del personal, en especial al extranjero.
Las experiencias han resaltado que el trabajador migrante muestra un alto sentido de pertenencia con la empresa, ya que les brinda la oportunidad de tener un empleo estable, lo que es bastante complicado en Colombia, dado que según cifras del Observatorio del Proyecto Migración Venezuela, la tasa de informalidad de los migrantes es superior al 90 por ciento. También se ha evidenciado el fortalecimiento de la cadena productiva y de relaciones industriales y el cubrimiento de vacantes de difícil colocación.
“Algunos empleos resultan poco atractivos para la población colombiana, estos puestos de trabajo son frecuentemente captados por personas migrantes que ante la situación de necesidad y a las frecuentes barreras que existen en su proceso de contratación, optan por aceptar estas oportunidades. Con el tiempo, estas personas han demostrado altos niveles de rendimiento y compromiso con las empresas”, indica el informe.
Asimismo, los trabajadores migrantes tienen la oportunidad de mostrarse creativos, innovadores para conservar el empleo, lo que se traduce en productividad y utilidad.
El estudio identifica las barreras que los migrantes presentan a la hora de encontrar un trabajo estable en el país. Entre esas se presenta el débil acceso a la documentación legal. Debido a las diferentes restricciones en esta materia, muchos ciudadanos no pueden obtener un Permiso Especial de Permanencia (PEP) o una visa de trabajo. También se reseña como barrera la sobrecalificación de un empleado al querer optar por algún puesto vacante.
La bancarización del trabajador representa otro obstáculo, ya que muchas empresas financieras no se han adecuado a las normativas del Estado para permitir vincular clientes venezolanos con PEP o pasaportes vencidos. De igual forma la falta de información en materia laboral es un impedimento para que el migrante tenga acceso al empleo formal.
Otra de las dificultades es el limitado acceso a salud. Algunas empresas exigen afiliación a Empresas Promotoras de Salud (EPS) y según el DANE, solo el nueve por ciento de los venezolanos empleados están vinculados una EPS. De igual manera, en su mayoría los migrantes llegan sin equipos de comunicación como celulares o computadores y tienen condicionado el acceso al internet, lo que representa una dificultad para la comunicación con los aspirantes.
En líneas generales, el MEI hace un análisis de las ventajas y barreras de su aplicación, haciendo una serie de recomendaciones a las empresas, ya que representa una oportunidad para el crecimiento y además, para brindar un trabajo digno a personas que están calificadas y listas para aportar a la economía colombiana.
Por: Proyecto Migración Venezuela @MigraVenezuela