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Crecida del río Táchira suspende el cruce de venezolanos por las trochas

Estos pasos son controlados por grupos irregulares o personas que cobran por el ingreso informal. | Por: ESTEBAN VEGA


Este miércoles, la mayoría de las trochas que conectan a la ciudad venezolana San Antonio del Táchira  con el municipio colombiano Villa del Rosario (Norte de Santander) amanecieron cerradas debido a las continuas lluvias que generaron el desbordamiento de algunas quebradas y el crecimiento del caudal del río Táchira. 

En La Platanera y Las Pampas, unas de las más utilizadas por los venezolanos para ingresar al país, la fuerte corriente del afluente impidió que pudieran instalarse puentes improvisados, por lo que no se permitió el paso. 

Estos caminos irregulares ya venían presentando condiciones difíciles. Según pudo registrar el Diario La Nación, la semana pasada, la trocha de Las Pampas estuvo sin puente en su último tramo debido a la fuerza del río. 

Crispin Díaz, habitante de San Antonio del Táchira, quien trabaja como carnicero en Villa del Rosario, no pudo asistir a su trabajo porque, según explica, quedó varado con el cierre.

“Solo fue habilitada la trocha Centeno. Esta requiere que uno cruce en balsas. Estas son pimpinas de gasolinas a las que les ponen una tabla encima. Por estas condiciones, mucha gente se abstiene de usarla.Así que al no contar con las otras trochas, muchos no pudimos cruzar”, explica. 

La situación ha afectado directamente a los cientos de venezolanos que dependen de estos pasos para subsistir. Así lo manifestó Neyid Vargaz, habitante de la ciudad venezolana. “Todos dependemos del río. Todos. Estudiantes, trabajadores. Incluso la gente que va a citas médicas que no son tan urgentes, porque por el puente solo pasan las personas con atenciones prioritarias como el cáncer y problemas renales. Si alguien tenía una cita de control hoy, la perdió”, dijo.

Un cruce peligroso

Esta no es la primera vez que el río Táchira se convierte en una amenaza para quienes desean ingresar a Colombia. El pasado marzo, las autoridades en Cúcuta confirmaron la muerte de una mujer, quien fue arrasada por el afluente cuando intentaba cruzar la frontera. 

De acuerdo con el Observatorio venezolano de Violencia, entidad que monitorea el fenómeno de la violencia y la inseguridad en Venezuela, en los primeros cinco meses de este año, se registró la muerte de ocho venezolanos. 

“La imposibilidad de los viajeros de salir del país o ingresar legalmente, generan en los usuarios la necesidad de exponer sus vidas por los pasos ilegales a merced de estar en la línea de fuego ante un posible enfrentamiento entre los grupos armados irregulares que tienen el poder en la zona, o a que la fuerza de la naturaleza se imponga arrastrándolos”, manifestó al respecto Anna María Rondón Trejo, coordinadora de la entidad. 

Precisamente lo que obliga a los venezolanos a exponerse de esta forma es la negativa del gobierno de Nicolás Maduro de abrir definitivamente los pasos fronterizos entre ambos países, los cuales fueron cerrados el 14 de marzo de 2020 para contener la pandemia por la covid-19.

El pasado 2 de junio, Colombia autorizó la apertura de la frontera con Venezuela así como la habilitación de los puestos de control migratorio terrestres y fluviales entre ambos países. Al darse la noticia, la Cancillería venezolana emitió un comunicado en el que calificó como “intempestiva  y unilateral” la decisión de Colombia. 

Por: Proyecto Migración Venezuela @MigraVenezuela