El anuncio binacional de acabar con siete años de diferencias está generando cambios importantes en la dinámica social y económica de quienes viven en la zona metropolitana de Cúcuta, que requieren análisis y abordajes puntuales para evitar que se desborden.

La llegada de sendos embajadores, los anuncios en el sentido de una cumbre de presidentes y de la reactivación del sector de carga ya generaron en menos de un mes cambios visibles en la vida diaria de norte santandereanos y tachirenses.

El primero de ellos es, según las autoridades, el incremento sustancial en la llegada de personas venezolanas, que, atraídas por los anuncios de recuperación de la zona fronteriza, vienen a Colombia con la certeza de que hoy más que nunca vale la pena intentar una nueva vida acá.

Por eso, ya prendieron las alarmas porque detectaron la llegada de familias enteras en condiciones muy vulnerables, lo que implica un esfuerzo adicional por cumplir con la debida atención que requieren.

 Víctor Bautista, asesor de fronteras de la Gobernación de Norte de Santander confirma que la dinámica social en Cúcuta y los cinco municipios aledaños está cambiando de forma notable.

“En todo el tema migratorio al lado de la apertura de la frontera vemos que hay flujos que siguen creciendo, con personas que provienen de Venezuela; particularmente en las últimas tres semanas hemos visto un crecimiento significativo migratorio, con gente muy vulnerable, con madres cabeza de familia, con niños que están caminando en las carreteras nuevamente”, explica.

Una de las realidades que más preocupa desde el anuncio de restablecimiento de relaciones entre los dos países, es que cada vez están llegando más migrantes irregulares buscando atención médica.

“La demanda de servicios en la red pública de hospitales, que tiene una carga gigantísima que se presta a personas no aseguradas procedentes de Venezuela, implica una carga fiscal importantísima que es de discusión permanente con el Gobierno nacional”, asegura Bautista.

Uno de los casos más preocupantes es el del Hospital Erasmo Meoz, el más importante y que lleva años enteros sumido en una grave situación financiera; las autoridades registran un incremento de personas venezolanas sin vocación de permanencia que piden ayuda médica.

“Más del 98 por ciento no vive en Colombia y viene circunstancialmente a demandar servicios; eso ocurre en múltiples centros de atención médica de la región”, confirma el funcionario.

Sin embargo, no todo son noticias preocupantes. Los anuncios sobre un inminente acuerdo para recuperar la economía en la zona fronteriza han provocado una pequeña bonanza para los comerciantes de la capital norte santandereana.

“Hay una clara tendencia a la adquisición de bienes y servicios como los alimentos, el sector textil, el sector de calzado, una amplia ocupación del área hotelera de la ciudad, donde reportan que todo este turismo comercial beneficia a toda la cadena hotelera y de transportes del área metropolitana”, reseña Bautista.

En la próxima semana se espera el anuncio de la fecha de una cumbre presidencial que permitiría conocer la hoja de ruta de cómo y cuándo volvería la normalidad plenamente a una de las zonas del país que ha sido más afectada económicamente por la crisis en Venezuela.

Por: Mario Villalobos @maritovillalobo