La organización no gubernamental Mulier publicó un informe en el que advierte el riesgo que tienen las mujeres provenientes de Venezuela de caer en redes de trata por ofertas engañosas de empleo en los países receptores.
En contextos de movilidad forzada como la que están realizando las personas venezolanas, las niñas, adolescentes y mujeres se exponen en gran medida a ser víctimas de redes de trata en la modalidad de explotación sexual en la virtualidad.
Así lo alerta la organización no gubernamental Mulier en un reciente informe en el que detallan que esta situación se debe a múltiples factores: xenofobia, la falta de un estatus migratorio regular, la hipersexualización, y los prejuicios relacionados a los estereotipos sobre sus cuerpos.
Mulier ha realizado monitoreo de medios sobre venezolanas rescatadas de redes de trata desde el año 2019, y refieren que cada vez ven más hay reportes de explotación sexual en las que aplicaciones de comunicación y redes sociales tienen un lugar clave en la captación o la explotación de las víctimas.
Explican que la explotación sexual en la virtualidad implica el uso de un dispositivo tecnológico o plataforma digital para compartir, enviar, producir, ofertar, almacenar, divulgar videos, fotos, conversaciones o cualquier otro tipo de material con contenido sexual, sin consentimiento de alguna de las personas que allí figuran.
En este sentido aclaran que existen distintas maneras en las que se puede llevar a cabo la explotación sexual en espacios virtuales: el abuso sexual mediante la producción de imágenes o videos mediante el uso de tecnologías; la transmisión, distribución, posesión o publicidad de fotografías o videos de contenido explicito sin el consentimiento de sus protagonistas.
Adicionalmente, interacciones por medio de herramientas tecnológicas en las que la víctima es objeto de acoso sexual, coacción u hostigamiento para la producción, realización o envío de contenidos de índole sexual.
La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) alertó sobre esta situación en su informe mundial sobre la trata de personas en el año 2020, al señalar que efectivamente con la ayuda del internet, los tratantes han aprendido a adaptar sus estrategias para apuntar efectivamente a personas vulnerables publicando anuncios engañosos y esperando para que las posibles víctimas respondan.
El reporte de la ONG Mulier expone que en la pandemia por la covid-19 y luego de ella, las redes sociales como Facebook y WhatsApp pasaron a ser el lugar por excelencia para la distribución de ofertas laborales falsas con las que los explotadores captan con fines sexuales a sus víctimas, en especial a mujeres provenientes de Venezuela en altas condiciones de vulnerabilidad.
El año pasado, el equipo de monitoreo de Mulier registró por lo menos tres casos de estudios webcam en Colombia y Brasil donde se explotaban a venezolanas, mujeres trans, niñas, adolescentes, además de otras personas que se identifican LGBTIQ+.
“Al menos 2 mujeres, 6 adolescentes y una mujer trans fueron registradas en nuestro monitoreo 2021. Sin embargo, sabemos que este es un subregistro y los casos son muchos más. En algunos casos las víctimas acceden inicialmente de manera voluntaria a una oferta laboral de modelo webcam, donde se les ofrece una plataforma en la que ya existe una red de seguidores y en la que pueden publicar su contenido sexual esperando una buena remuneración. Una vez que ingresan al estudio webcam, las condiciones cambian y son explotadas”, denunció la organización civil.
Por: Proyecto Migración Venezuela @MigraVenezuela