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Sufrieron un secuestro camino a Argentina, pero no pierden la fortaleza para seguir adelante

Isabella Faría Ledezma, estudiante venezolana en Argentina
Isabella Faría Ledezma, estudiante venezolana

Isabella, de 22 años, y su familia fueron víctimas de asaltantes en medio de esa tormenta que vivieron, Isabella no perdía su enfoque, sabía que venía a estudiar la carrera que en su país no pudo

Carlos Iván Suárez.- Periodista Te Lo Cuento News

Isabella Faría Ledezma, tiene 22 años de edad. Es una joven que no se ha decaído a pesar de las dificultades que le ha puesto la vida. Llegó a Argentina hace dos años con la finalidad de lograr estudiar Odontología, la carrera que anheló desde pequeña y que ahora no sólo lo está haciendo, sino que fue becada por la Universidad Nacional de Rosario y le cubrirán todo lo relacionado con la instrumentación que necesita y que es muy costosa.

“Ella va a ser la doctora Isabella”, dice su madre Pauli, quien es un ejemplo digno de una madre soltera venezolana que lucha por sus hijos. En julio de 2020 salió desde Maracaibo junto a su mamá y sus tres hijos a Argentina, lo hicieron vía terrestre.

“Traíamos sólo las maletas y un poco de dinero. Al llegar a la frontera por Perú, nos interceptaron, se llevaron a Isabella y a la niña de 11 años. A mí y mi hijo a otro lado, nos quitaron todo, hasta nos botaron la ropa”, recuerda Pauli Ledezma.

“Quedamos en la nada, caminamos hasta un terminal que estaba cerca, pedimos ayuda, me comuniqué con los familiares en Venezuela y ellos vendieron algunas cosas, de ahí me iban a dando. Posteriormente, viajamos a Lima, luego Bolivia y después a Argentina, donde ingresamos por la frontera con Jujuy”.

Estando ya en Buenos Aires, una prima los recibió, pero sólo por 15 días. Los días para esta familia eran terribles, ya que no contaban ni siquiera con documentos, “cuando nos dijeron que no podíamos seguir ahí tuvimos que irnos a un refugio por 20 días. Conseguí un trabajo en un hotel donde trabajé duro hasta que pudimos alquilar un departamento, ya después, a través de la embajada, pedimos los documentos”.

En medio de esa tormenta que vivieron, Isabella no perdía su enfoque, sabía que venía a estudiar la carrera que en su país no pudo. “Tanto Isa como Luis y Sara (sus otros hijos) siguieron adelante. Poco a poco fuimos comprando nuestras cosas y nos va muy bien, gracias a Dios, no nos falta nada, pero sí se me hacía difícil comprar los instrumentos”.

“Ella me dice: mami todo lo que pasó, quedó en el pasado”, es así como no sólo Isabella, sino su familia completa es un ejemplo de perseverancia y ganas de salir adelante, “no podemos perder el enfoque, tenemos que seguir adelante y demostrar a lo que vinimos los venezolanos”.