Se salvó de milagro en el accidente en que murió su gemelo; ahora su familia es migrante por salud

Carlos Ujueta fue el único sobreviviente de un trágico accidente.
Carlos Ujueta fue el único sobreviviente de un trágico accidente.

Carlos viajó a Miami a reencontrarse con su hermano gemelo, que era un músico exitoso, sin imaginar que sería la última vez que estarían juntos.

Por Keissy Bracho– periodista Te Lo Cuento News

La historia del venezolano Carlos Ujueta, es de esas con las que uno se suele preguntar, ‘¿Cuál es la enseñanza de todo esto?’. Carlos Eduardo era gemelo de Manuel Alejandro. El primero vivía en Caracas, Venezuela, y el segundo tenía poco tiempo de haber emigrado a Miami, Estados Unidos, para hacer realidad sus sueños de convertirse en un prometedor talento musical.

Lo que habían planificado como un reencuentro familiar, se convirtió en una tragedia que acabó con la vida de tres personas, incluido Manuel Alejandro, quien era integrante del dúo musical EstoEsPosdata, y dejó a Carlos en una situación de pronóstico reservado.

Jacqueline Alves, madre de Carlos, será quien cuente la historia: “Es muy duro los que nos ha tocado vivir. Al tener que emigrar no por opción, sino por necesidad y forzados por una tragedia que nos marca día a día”, comenzó relatando. 

Detalló que Carlos estudiaba el último trimestre de Administración de Empresas Turísticas y Manuel, conocido como ‘el Pollo Ujueta’, era cantante y compositor de música urbana. “Manuel tenía apenas un semestre de haber decidido radicarse en Miami, para desarrollar su carrera de artista”.

El 5 de junio de 2021, muchos despertaron con la lamentable noticia de su muerte. La noche del viernes 4 de junio, en Hialeah Gardens, al sur de Florida, Manuel y su novia, Valeria Chiarello, regresaban de buscar a Carlos en el aeropuerto, que llegaba de visita desde Venezuela; cuando chocaron de frente contra un Chevy negro que conducía hacia el sur.

“Una persona que conducía irresponsablemente a más de 180 millas de velocidad por el canal contrario, pierde el control de su vehículo, invade el canal en contrasentido e impacta de frente con el carro donde iban mis dos hijos y la novia de uno. El accidente fue mortal. Carlitos fue el único sobreviviente”, recordó. 

Los Bomberos de Miami-Dade, declararon el fallecimiento de Manuel, Valeria y del conductor del Chevy, en el lugar del siniestro, mientras que a Carlos lo trasladaron al Jackson Memorial Hospital. “Carlitos, fue el único sobreviviente. Tres veces reanimados y trasladado en helicóptero al hospital”, contó la madre de dos de las víctimas.

Pronóstico reservado

Jacqueline recordó que Carlos “colapsó en la terraza nuevamente y entró en coma. Sufrió traumatismo craneoencefálico, derrame cerebral, facturas de ambos fémures, fracturas de mandíbula, nariz y pómulo, perdió parte de la lengua y daño en el nervio óptico. También, tuvo fractura del brazo derecho y un sin números de afectaciones en todo su cuerpo”.

Esta situación provocó que los médicos de Carlos, señalaran que tenía pocas posibilidades de sobrevivir, debido al daño cerebral por la obstrucción de la carótida. “Esta situación nos obligó a salir del país, somos migrantes por obligación, no por opción ni por decisión”, dijo. 

Reiteró que la tragedia ocurrió mientras “yo estaba en Caracas y su padre, que vivía en Panamá, me llamó para darme la noticia.  Él se entera porque lo llamaron los fiscales al ver los registros de llamadas del único celular que quedó activo”. 

Agregó: “La peor noche de mi vida. Comenzó la pesadilla, pandemia, 12 de la madrugada, no hay vuelos directos. No sé cómo pude llegar, pero estábamos su padre y yo casi 24 horas después del accidente. Al llegar, Carlitos estaba en estado crítico, se me estaba muriendo. Días duros, enfrentar y tramitar el funeral de mi otro hijo, mientras que los médicos pedían desconectar al otro”. 

Tras seis meses hospitalizado en Miami, se acabó el seguro médico y les ofrecen recluir a Carlos en “una institución para personas sin esperanzas de recuperación. Allí comienza la segunda fase de esta tragedia”. 

Buscando opciones 

Ante esta dificultad se les abre la posibilidad de una neuro rehabilitación y tratamientos neurológicos, en España. El 29 de diciembre de 2021, Carlos llegó en aeroambulancia a ese país. En el último semestre de 2023 fue sometido a tres intervenciones. 

Las cirugías fueron: recesión de cabeza de fémur izquierdo, producto de una luxación de cadera izquierda. Reconstrucción de lengua, porque perdió una parte y lo que quedó de su lengua de terapias de rehabilitación, cicatrizó pegada al suelo, mientras estuvo entubado. Además de reconstrucción de nariz.

En la actualidad, está recibiendo una serie de rehabilitación, no puede hablar. Se comunica a través de gestos, se traslada en silla de ruedas y recuerda todos los momentos de su vida, excepto la noche del accidente, aunque está consciente del fallecimiento de su hermano. 

“Nosotros somos migrantes por necesidad, por obligación. No es que somos simpatizantes de un sistema o de otro sistema, no. Nosotros éramos venezolanos que apostábamos al país. Mi hijo –Carlos- nunca, nunca tuvo dentro de sus expectativas un proyecto de irse a vivir. Sus expectativas eran montar un negocio en Venezuela y seguir en Venezuela”, dice Jacqueline. 

Cuando se le pregunta qué dejó en Venezuela, responde: “La vida, hija. La vida completa la tenemos en Venezuela. No tenemos nada aquí en España. Nuestros fondos ya han mermado. Estoy estudiando seriamente la posibilidad de regresar porque no puedo seguir costeando los tratamientos”. 

Lo difícil de tomar esa decisión es que Carlos, aún necesita rehabilitación y continuar con su tratamiento neurológico que, como bien dijo Jacqueline, en Venezuela no se consigue, salvo que sea en instituciones privadas a elevados costos. 

“Ojalá que por este medio u otro se sensibilicen las empresas y personas interesadas en ser padrinos de mi hijo, Carlitos, que está luchando por mantenerse con vida”, finalizó Jacqueline.