Este martes, 30 de abril, Juan Guaidó anunció que empezaba la última fase de la ‘Operación Libertad’ para lograr “el cese definitivo de la usurpación” y convocó a movilizaciones masivas. Pero luego de varios días de tensión no se ve cerca el triunfo de la oposición. Guaidó habló sobre lo que falló ese día, la posibilidad de una intervención militar de Estados Unidos y los planes para desestabilizar al gobierno de Maduro.
Juan Guaidó admitió que esperaba el apoyo de más militares y oficiales de alto rango.“Todavía necesitamos más soldados y más oficiales que estén dispuestos a apoyarnos y a respaldar la Constitución”, le dijo al Washington Post este sábado, mientras decenas de venezolanos marchaban hacia cuarteles para pedirles a los militares que se unieran a la oposición.
En este punto, el gobierno de Maduro se sostiene por el apoyo de las fuerzas armadas y de los países que aún reconocen su legitimidad, como China, Rusia y Turquía. Por eso, si la oposición no atrae a más militares, el oficialismo conservará el poder. Guaidó lo sabe, y aseguró que una intervención militar no tiene sentido si no cuenta con las fuerzas armadas.
Sobre la intervención militar de Estados Unidos, que Donald Trump no descarta, Guaidó dijo que la pondría a consideración del parlamento. “Si es necesario tal vez lo aprobemos”, aseguró.
El declarado presidente encargado, frente a las acusaciones de división, dijo que en la oposición hay absoluta unidad. “Como siempre, hay diferencias en cuestiones específicas pero una causa única nos une, no solo como oposición sino como sociedad civil”, añadió.
Aunque reconoce que los manifestantes están cansados, se mostró optimista frente a la continuidad del movimiento opositor. “Lo hemos hecho durante 20 años, frustrarse y cansarse hace parte de esto, pero los venezolanos han demostrado que siempre vuelven a la lucha cuando tienen que hacerlo”, manifestó.
Si bien la estrategia no resultó, la oposición aún confía en la ‘Operación Libertad’. “El plan avanzará con la combinación de presión internacional, intentos de atraer a seguidores de Maduro y movilización social”.
Guaidó aceptó los errores del plan para sacar a Maduro del poder pero también dijo que valió la pena. Sugirió que el jefe de espionaje de Maduro desertó y que no ordenaron su arresto porque tienen miedo.
Además, agregó que si no tuvieron éxito esta vez no significa que no sea válido intentarlo. “Estamos confrontando una barrera que es una dictadura absoluta… ya hemos reconocido nuestros errores, lo que no hicimos y lo que hicimos en exceso”.
Finalmente, Guaidó se refirió a la propuesta de algunos mandatarios de dialogar con Maduro. “Sentarme con Maduro no es una opción. Eso ocurrió en 2014, 2016 y 2017… el cese de la usurpación es una precondición para cualquier posibilidad de diálogo”.
Por: Proyecto Migración Venezuela @MigraVenezuela