En febrero de este año, varios mandatarios de la región Caribe acordaron almacenar donaciones destinadas para Venezuela en su territorio y hacer parte de la distribución de estas. Como el oficialismo consideró la entrega de ayudas un ‘show’ y una provocación, Maduro anunció el cierre total de los límites terrestres con Brasil y Colombia y los marítimos y aéreos con las antillas holandesas en febrero, a días de la anunciada entrada de la ayuda humanitaria el 23 de ese mes.
“Yo le digo al pueblo de Aruba, Bonaire y Curazao que quiero las mejores relaciones: fluidas, de comercio, de turismo, de hermandad, pero con respeto ¿Es mucho pedir el respeto?” declaró en ese momento Maduro. Y añadió que “en el sur de Venezuela a partir de las 20.00 horas de hoy jueves 21 de febrero queda cerrada total y absolutamente, hasta nuevo aviso, la frontera terrestre con Brasil”.
Hoy, dos meses después, el vicepresidente de economía, Tareck El Aissami, anunció en un programa de televisión que las fronteras con Aruba y Brasil quedaban restablecidas. En una rueda de prensa, junto al ministro Jorge Arreaza, especificó que buscaban fortalecer las relaciones comerciales con esos países.
El Aissami apuntó que no se reabrirán las fronteras con Bonaire y Curazao “hasta tanto y cuando cesen las posiciones de hostilidad” con el gobierno de Nicolás Maduro. El funcionario no se refirió a Colombia, uno de los países que más recibe migrantes venezolanos.
Desde que el oficialismo cerró la frontera con Colombia, la situación de seguridad empeoró para los migrantes, que a veces no tienen más opción que entrar por trochas utilizadas para transportar contrabando. Sin embargo, por la tensión entre el gobierno de Maduro y el de Iván Duque, no se espera próximamente la reapertura de la frontera.
*Con información de AFP
Por: Proyecto Migración Venezuela @MigraVenezuela