La oficialista Asamblea Constituyente, que rige Venezuela con poderes absolutos, acordó extender sus funciones hasta finales de 2020, en medio de una pugna por el poder entre el presidente Nicolás Maduro y el líder opositor Juan Guaidó.
La medida, aprobada por unanimidad, da facultades al órgano para que continúe actuando como un poder plenipotenciario. La Constituyente ha reemplazado en la práctica al Parlamento, de mayoría opositora y anulado por la justicia, promulgando decretos-ley de aplicación inmediata.
En principio, estaba previsto que la Constituyente funcionara por dos años, hasta agosto de 2019, pero Cabello advirtió a mediados del año pasado que podía extenderse por los años que fuera necesario.
Sus miembros, todos oficialistas, fueron elegidos el 30 de julio de 2017 en unos cuestionados comicios, desconocidos por la oposición venezolana, Estados Unidos y varios gobiernos de América Latina. Los adversarios de Maduro se rehusaron a participar en esas elecciones aduciendo la “ilegalidad” de la convocatoria, hecha en medio de protestas antigubernamentales de varios meses que dejaron unos 125 muertos.
La oposición alega que su convocatoria debió haberse sometido a referendo, como se hizo con la Constituyente de 1999, impulsada por el fallecido expresidente Hugo Chávez (1999-2013) para redactar la Constitución vigente.
La Asamblea Constituyente despojó de su inmunidad a 14 diputados opositores acusados de apoyar una fallida rebelión militar contra Maduro el 30 de abril, encabezada por Guaidó, reconocido como presidente interino por medio centenar de países. También destituyó a Luisa Ortega Díaz, fiscal general chavista que rompió con Maduro durante las protestas de 2017.
*Con información de AFP
Por: Proyecto Migración Venezuela @MigraVenezuela