En un nuevo reporte, la ONG aseguró que las mayores exigencias para expedir visas, impuestas por varios gobiernos de Latinoamérica, han provocado que se duplique el número de personas venezolanas que atraviesan el tapón del Darién; el organismo denuncia que mujeres embarazadas y niños están a merced de las bandas allí.
Human Right Watch asegura, citando a autoridades migratorias panameñas, que, a corte de 2021, cerca de 133 mil migrantes venezolanos, entre ellos 29 mil niños, llegaron a ese país cruzando la selva, y que se estima que en los primeros cuatro meses de este año la cifra se duplicó.
De hecho, según la ONG, hay informaciones que indican que están emprendiendo la penosa travesía decenas de mujeres embarazadas, y que la organización Médicos Sin Fronteras reportó que atendió a 89 de ellas.
El panorama, según Human Right Watch, es crítico porque la exigencia de nuevos requisitos para entrar a países como Mexico, por ejemplo, hace que los migrantes descarten la entrada por vía aérea y arriesguen su vida por el Darién, a merced de las bandas de trata de personas y de los peligros de la selva.
El reporte indica que las personas venezolanas son el grupo más numeroso de migrantes que cruza el Darién, por encima de cubanos y haitianos, cuya presencia generó una crisis por hacinamiento en municipios como Necoclí, en Antioquia.
Los testimonios recopilados por Human Right Watch en terreno relatan el dramático viaje que emprenden los migrantes venezolanos que pagan entre 300 y 400 doláres por persona para cruzar el Tapón del Darién.
«La mayoría de los venezolanos que cruzaron el Darién manifestaron a Human Rights Watch que escapaban de las arduas condiciones económicas en su país y de las dificultades para atender necesidades básicas, especialmente para obtener medicamentos y comida, debido a la emergencia humanitaria en Venezuela».
Human Right Watch, en reporte sobre migración de personas venezolanas
Human Right Watch urgió a los gobiernos de la región a que flexibilicen las medidas de visado y a trabajar en llave para darle una solución rápida y efectiva al fenómeno que nuevamente está generando una nueva crisis humanitaria en la frontera entre Colombia y Panamá
“Varios trabajadores humanitarios afirmaron que muchos migrantes venezolanos no tienen dinero suficiente y, como resultado, son más propensos a tomar la ruta más larga y peligrosa. Algunos duermen varios días en una playa en Necoclí, Colombia, hasta que consiguen dinero suficiente para continuar su viaje, a menudo recolectando basura”, señala el informe.
Uno de los aspectos más críticos es el de la presencia de menores de edad, más vulnerables al cruce por la espesa selva, y que, según la ONG, son los que más sufren no solo por el trayecto sino porque en ocasiones son separados de sus padres y cuidadores.
«La mayoría de los niños y niñas no acompañados que toman la ruta del Tapón del Darién son de nacionalidad venezolana, según indicaron autoridades panameñas y trabajadores humanitarios. Algunos comenzaron el viaje sin sus padres, mientras que otros perdieron contacto con ellos en el trayecto »
Human Right Watch, en reporte sobre migración de personas venezolanas
Finalmente, Human Right Watch, que entrevistó a cerca de 100 migrantes venezolanos para generar su reporte, informó que sólo en el caso de México, en lo que va corrido del año, las autoridades detuvieron a 6.666 migrantes venezolanos, muchos de los cuales llegaron a ese páis, luego de la penosa travesía por la selva entre Colombia y Panamá.
Por: Mario Villalobos @maritovillalobo