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En lo posible, contar con un abogado puede ser útil al migrar a EE.UU.

Michelle Marty, abogada de Estrada Marty Law-LLC
Michelle Marty, abogada de Estrada Marty Law-LLC

En vez de dejarse embaucar por personas que ofrecen caminos ilegales, en los que se puede incluro correr serios riesgos, si se tienen los recursos es preferible consultar a un experto de confianza.

Fátima De Oliveira, Te lo Cuento News

¿Cómo lo hago? Esa es la primera pregunta que se hacen las personas que aspiran emigrar a los Estados Unidos. Las leyes migratorias en ese país son bastante estrictas y no cualquiera puede entrar por la vía legal a través de un aeropuerto, sumado a los altos costos de los vuelos. 

Michelle Marty, abogada de migración de la firma Estrada-Marty Law LLC, asegura que lo mejor que puede hacer una persona antes de emigrar a territorio estadounidense es asesorarse legalmente, porque sí existen muchas opciones para entrar al país por la vía regular.

“Es el abogado de migración el que está preparado para enfrentarse a cualquier percance legal que pueda surgir. Es el único que puede presentar una argumentación legal debida, según sea el caso, y quien realmente tiene el conocimiento de la preparación de esos formularios, que no es meramente llenarlos por llenarlos”, explica Marty.

La abogada asentada en Miami  agrega que “se trata de entender la legalidad del asunto que estamos resolviendo para posicionar al cliente en una situación que, muy probablemente, lleve a la aprobación de la solicitud que estamos haciendo. En esos formularios estamos contestando preguntas y ofreciendo cierta información que le pueden cuestionar más adelante y que es mejor presentarlas de manera favorable”.

De acuerdo con Marty, muchos abogados de migración deben incluso escribir cartas para ayudar a la solución efectiva de un caso, entonces es necesario tener una visión clara de los precedentes en la corte y los precedentes de las juntas de apelaciones de migración, para así poder presentar todos los datos de manera coherente.

En muchas ocasiones, los migrantes latinoamericanos asocian la figura de un notario con la de un abogado, pero en Estados Unidos no se requiere el título de Leyes para ejercer como notario, ya que solo están encargados de la certificación de firmas, no realizan ningún procedimiento legal.

“A mí me gusta destacar las diferencias entre un abogado y un notario porque muchos de mis clientes latinoamericanos creen que un notario es un abogado debido a que en nuestros países un notario debe tener el título de abogado, pero en Estados Unidos no es así”, reitera.

A partir de las dudas que surgen de quienes le consultan, ella explica que un notario no va a la corte con el migrante, ni va a redactar una carta; “tampoco va a preparar una apelación o se va a presentar en la corte más sencilla. Muchos notarios solo dicen que ‘no están llenando los formularios’, sino que están ‘ayudando’ a una persona a llenarlos”, destaca.

Costo vs. beneficio

La recomendación principal para los latinoamericanos que buscan emigrar a los Estados Unidos es asesorarse con alguien que esté familiarizado con los trámites y los costos, es decir, un abogado de migración. A veces, por ahorrar dinero, terminan gastando más a la larga en abogados que no son especialistas.

“Un notario te cobra lo mismo que un abogado, o te cobra 200 o 500 dólares menos. Pero me han llegado decenas de clientes que primero fueron con un notario y luego van con un abogado para que revise el caso desde un principio y arregle un trabajo mal hecho”, detalla la experta.

También asegura que, eventualmente, las personas van a necesitar la asistencia de un abogado y terminará gastando más de lo que en un principio hubieses gastado, porque ahora necesitas resolver una situación que, en muchos casos, es ya irreversible.

Por otro lado, muchos migrantes latinoamericanos deciden entrar al país por la vía irregular y contratar a los llamados “coyotes”, los cuales cobran entre 5.000 y 20.000 dólares (dependiendo del caso y la cantidad de personas) para dejarlos en la frontera entre México y los Estados Unidos. Lo curioso es que asesorarse con un abogado cuesta menos dinero.

Los procesos legales pueden tardar más tiempo, algunos duran entre seis meses y un año, es por eso que la mayoría de las personas deciden emprender un viaje ilegal y luego resolver sus casos migratorios dentro de territorio estadounidense. Sin embargo, esta entrada irregular podría conllevar a una detención por tiempo indefinido o a la deportación, lo que terminaría perjudicando el proceso legal de migración.