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El Centro Intégrate, una fábrica de alegría para los venezolanos en Medellín

En el barrio Los Ángeles funciona el Centro Intégrate, de la ciudad de Medellín. | Por: DAVID HERNÁNDEZ - SEMANA

Los cerca de 190 mil migrantes que viven en la capital antioqueña tienen a disposición los servicios de un lugar donde no sólo encuentran ayuda sino calor humano, y soluciones para que su calidad de vida mejore ostensiblemente.

A Astrid Aguilar el insomnio no le daba tregua. Es migrante, madre de dos niñas y ha guerreado como pocas para conseguirles colegio. Alguien le contó que en el Centro Intégrate le podían dar la mano, se montó en un bus, y llegó preguntando.

En la puerta se encontró con un hombre que también duerme poco, especialmente por cuenta de la situación de su hija. Everth Palomino es colombo-venezolano, retornado y padre de una niña que ni siquiera tenía registro civil.

Se sentaron en la misma banca, en medio de la expectativa, y en menos de dos horas terminaron con una tortura que les carcomía el alma. Astrid, por fin, pudo darles la buena noticia a sus pequeñas de que volverán al colegio.

Yo vine buscando un cupo para mis hijas para el estudio, porque no las tengo estudiando en este momento, pero ya, gracias a Dios, Intégrate me dio la solución; muy bueno porque tienen muchas opciones, te dan muchas propuestas muy buenas, a las cuales tú quieres participar en todas”, dice mientras respira aliviada.

Mientras tanto, Everth llamó por celular a casa para avisar que la niña de sus ojos ya era una colombo-venezolana más. Hasta que legalicé la niña. No pensé que todo me iba salir como me está saliendo. Todo me está saliendo excelente, Intégrate me colaboró, me ayudó en todo, me ha ahorrado tiempo, dinero y ha sido lo mejor”, asegura con una alegría que no le cabe en el pecho.

El Centro Intégrate, una fábrica de alegría para los venezolanos en Medellín
El Centro Intégrate en Medellín atiende entre 50 y 60 personas a diario Fotos David Hernández – Semana

Las de ellos dos son apenas un par de las 50 o 60 historias con final feliz que tienen como escenario el Centro intégrate de Medellín que se convirtió en una especie de sucursal de la dicha para migrantes, refugiados, retornados y población de acogida.

Catalina Ortiz, quien está a cargo de esta factoría de sueños cumplidos, explica que la idea es “acercar oportunidades de la oferta pública y de la oferta de cooperación internacional para que tanto las personas como las familias desarrollen su proyecto de vida en el territorio que les acogió”.

E insiste en que todo fluirá más rápido y mejor para las personas venezolanas si se regularizan y obtienen el Permiso por Protección Temporal (PPT), que es la llave maestra para que desde el Centro Intégrate puedan apoyarlos como es debido.

Con este documento puede acercarse a todos los servicios que hay en la sede, que son servicios de medios de vida para todo el tema de empleo, emprendimiento, formación para el empleo y asesoría para educación financiera; a todo el tema de educación, de acceso a cobertura de cupos escolares”, explica la funcionaria.

El Centro Intégrate, una fábrica de alegría para los venezolanos en Medellín
Las mujeres tienen atención focalizada en temas de violencia basada en género  Foto: David Hernández – Semana

Pero quienes creen que el Centro Intégrate se limita a ayudar en temas de salud y educación, están equivocados. En esta casa llena de calor humano están los ingredientes para cualquier receta con destino a la felicidad.

Está la oferta de juventud con todos los procesos participativos para los jóvenes, con todos los procesos culturales también; está área psicosocial para atención psicológica con todos los temas que trae consigo la migración y todas las afectaciones que pueda traer en la vida de las personas y en la salud mental”, explica su directora.

Incluso hay atención para quienes deben cargar con esa cruz espiritual más allá de los límites de lo material.  “Está el área de atención para las mujeres víctimas o sobrevivientes de Violencia basada en Género (VBG) donde hay un enlace de la Secretaría de las Mujeres para atender a quienes han vivido algún tipo de violencia, sea antes o después de la migración o en el territorio”, asegura Catalina Ortíz.

El Centro Intégrate cuenta también con todo el soporte institucional de la Alcaldía de Medellín que trabaja sin pausa para apoyar todos los procesos con la idea de “permitirnos darles una oferta institucional, ya como ciudadanos, digamos del orden común, y que puedan acceder a la oferta de salud, a la oferta de desarrollo económico, a la oferta cultural, a ofertas ya segmentadas poblacionalmente”, tal como explica Santiago Preciado, secretario de Inclusión Social, Familia y Derechos Humanos de la ciudad.

El funcionario explica, además, que el Centro Intégrate tiene cerca de 30 funcionarios que atienden a los usuarios con enfoque diferencial porque “es una especie de Alcaldía pequeña para brindar servicios; entonces, si llega un joven lo va a atender una persona con todas las capacidades y la formación para atender población juvenil, que le va a acercar la oferta educativa, la oferta de los cursos de la Alcaldía de Medellín; así mismo, las mujeres van a tener una atención diferencial”.

Astrid y Everth no dudan en decirles a otros migrantes que hay que venir y empoderarse de todo lo que pasa en el Centro Intégrate. 

Ahora me están ayudando en salud y en todos los beneficios y en muchas cosas; yo invito a la comunidad extranjera que no está informada que pasen por acá, que conozcan todos los beneficios y aprovechen”, dice Everth, mientras que Astrid invita para “que vengan y sean parte de Intégrate, para que busquen su solución y pronta respuesta”.

El Centro Intégrate, una fábrica de alegría para los venezolanos en Medellín
Tambiién hay orientación en temas de empleabilidad y emprendimiento Foto: David Hernández – Semana

Cae la tarde en uno de los sectores más bonitos de la capital paisa. Los computadores se apagan, los asesores se van felices, y Catalina Ortiz, la mujer que no para de pensar cómo más ayudar a las personas venezolanas, se decide, por fin, a explicar cuál es la magia que encierran estas cuatro paredes. Y lo hace con una contundencia única.

Ha sido una estrategia pensada desde un enfoque muy humano, de recibir a todas las personas con calidez, con amor, de abrazarlas en fraternidad; de decirles también que aquí estamos para orientarlos y brindarles servicios en sus necesidades como seres humanos. Más allá de una nacionalidad, más allá de un color de piel, de un género, de unas creencias religiosas, porque estas personas tienen un conocimiento, una formación que aporta al crecimiento de los territorios”, dice con unos ojos que no mienten cuando relatan su felicidad y la de los usuarios de la casa más bonita de la bella villa.

Por: Mario Villalobos @maritovillalobo