En el marco del Día Mundial de las Personas Refugiadas, organizaciones humanitarias hacen un llamado para brindar especial protección a esta población.
Por Redacción MigraVenezuela
En el Día Mundial de las Personas Refugiadas, conmemorado cada 20 de junio, se busca sensibilizar sobre la difícil situación que enfrentan aquellos que se ven forzados a abandonar sus hogares debido a conflictos, persecuciones o violaciones de los derechos humanos.
Este año, desde la Red de Protección a Personas LGBTIQ+ refugiadas, migrantes y solicitantes de asilo en las Américas, se ha destacado la radiografía de los desafíos específicos que enfrentan las personas LGBTIQ+ desde el momento en que se ven obligadas a migrar de sus países de origen.
Las personas LGBTIQ+ refugiadas se encuentran expuestas a situaciones de violencia y vulneración de derechos relacionadas con su orientación sexual, identidad y/o expresión de género y características sexuales diversas.
Estas violencias se basan en prejuicios y estereotipos negativos y pueden manifestarse en discriminación, estigmatización y actos de violencia tanto en sus países de origen como durante su proceso de desplazamiento. En muchos casos, estas personas son víctimas de crímenes, agresiones físicas, violencia sexual, detenciones arbitrarias, amenazas de muerte o violencia familiar.
Además de enfrentar estas violencias, las personas LGBTIQ+ refugiadas se encuentran con barreras para acceder a la regularización migratoria y documentación que respete su identidad de género, así como dificultades en el acceso a derechos fundamentales, redes de apoyo y reparación en casos de trata de personas, entre otros desafíos.
Es importante destacar que existen obligaciones por parte de los Estados para proteger y garantizar los derechos de las personas refugiadas y solicitantes de asilo. Asimismo, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) establece principios y estándares internacionales basados en la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951 y su Protocolo de 1967.
A pesar de estos avances, las personas refugiadas y en contextos de movilidad humana siguen enfrentando realidades hostiles. Por ello, desde la Red de Protección a Personas LGBTIQ+ refugiadas, migrantes y solicitantes de asilo en las Américas, se hace un llamado a los países de acogida y tránsito en la región para implementar de manera integral y urgente medidas que garanticen la protección y atención integral de estas personas.
Entre las recomendaciones destacadas se encuentran: el reconocimiento de la situación de vulnerabilidad de las personas LGBTIQ+ en el marco de la crisis humanitaria; la promoción y protección de los derechos humanos de las personas con diversas orientaciones e identidades de género; y el acceso sin discriminación ni barreras a servicios básicos como salud, educación, vivienda y empleo.
Además, se hace hincapié en fortalecer los programas de asistencia y protección a migrantes y refugiados, promover la cooperación entre los países de origen, tránsito y destino, apoyar programas de reintegración sostenible y fortalecer las capacidades de las instituciones y organizaciones locales.
