En México les dicen ‘venexicanos’; en Uruguay, ‘veneguayos’; y en Colombia, ‘venecos’. Tres millones de venezolanos han salido de su país en los últimos años y, además de Colombia, han llegado principalmente a Perú y Chile, y fuera de la región a Estados Unidos y España. En ese proceso se han ido creando esos términos mezclados entre ambas nacionalidades: una manera de mostrar que se sienten parte de ambos países. Pero en Colombia el resultado no ha sido el mismo, muchos venezolanos ven en el ‘veneco’ una connotación negativa.
La Asociación de Academias de la Lengua Española, conformada por veintitrés corporaciones de América, España, Filipinas y Guinea Ecuatorial, incluyó “veneco” en el 2010, en el Diccionario de americanismos. Esta publicación establece que se usa para referirse a los venezolanos, pero advierte que es un adjetivo despectivo.
Yubi Díaz está de acuerdo con la aclaración de la academia. Cuenta que las veces en las que le han dicho ‘veneca’ no ha sido con malas intenciones, pero reconoce que no le hace nada de gracia.“Otras veces he escuchado cómo se refieren a los demás venezolanos como venecos para decir cosas negativas, por eso no me gusta que me digan así. Se siente incómodo”, afirma.
En Colombia, la carga negativa sobre la palabra no solo se alimenta de conversaciones cotidianas o callejeras. Germán Vargas Lleras, cuando era vicepresidente del gobierno Santos, la utilizó para excluir a los venezolanos durante un acto de entrega de viviendas en Tibú (Norte de Santander), a escasos kilómetros de la frontera. “Las casas son para la población desplazada pero que viva en Tibú, no vayan a dejar meter aquí a los ‘venecos’, por nada del mundo, esto no es para los ‘venecos'”, advirtió Vargas Lleras en medio de las risas y aplausos del auditorio.
El termino está incluido en el Diccionario de americanismos de la Asociación de Academias de la Lengua Española. | Por: ANDRÉS G. BORGES
Pero llamar a alguien ‘veneco’ no siempre se tomó como una ofensa. Sergio Chacón, magíster en Lingüística y Español, explica que esta palabra surgió de “una suerte de sincretismo cultural y lingüístico nacido en el seno de la frontera entre ambos países”. Se dice que el término se usaba desde los años 70, cuando los colombianos migraron a Venezuela en busca de trabajo. “Así les decían a los hijos de los colombianos que estaban en Venezuela”, recuerda Juan Padilla, un venezolano de 32 años que vive en Colombia hace tres.
Para Chacón, el término “fundamenta su arraigo cultural y su intencionalidad según el contexto y la época”, por eso una parte de la población venezolana no tiene problema con el ‘veneco’.
Más allá de lo lingüistico, la palabra pone una barrera involuntaria entre los colombianos y los venezolanos que llegan al país, según el sociólogo e investigador del Grupo de Investigación en Comunicación, Cultura y Cambio Social PBX de la Universidad del Norte, Jair Vega. El academico explica que cuando se agrupa a las personas con algún adjetivo, así sea una palabra derivada de su nacionalidad, sirve de material para hacerle el juego a la estigmatización y el rechazo. “Ahora hay una imagen negativa sobre Venezuela, entonces referirnos a los venezolanos inlcuso con su gentilicio o con la palabra ‘veneco’, de igual forma va a producir una asociación negativa”.
El investigador también explica que palabra veneco no le hace ningún favor al proceso de integración, tan necesario en una migración numerosa como la de venezolanos a Colombia. “Si pretendes integrar a quienes vienen de Venezuela y le sigues llamando veneco, como una manera de referirte a su nacionalidad, no lo estás integrando de ninguna manera. Es como seguir llamándolo diferente. Esa persona podría ser chef, podría ser zapatero, podría ser profesor, podría ser Mauricio Pérez, en fin, cualquier nombre, pero veneco ya es una forma de nombrarlo a partir de un concepto que implica segregación”, explica.
La misma Academia Venezolana de la Lengua ha aclarado en los medios que ‘veneco’ es “una forma despectiva para denominar a los venezolanos en Colombia”, y aunque aclara que no debería considerarse precisamente un insulto, sí tiene una carga sarcástica como la que tienen ‘caliche’ o ‘colombiche’, términos que se han usado para referirse a los colombianos al otro lado de la frontera.
Por: Proyecto Migración Venezuela @MigraVenezuela