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Una médica, una repostera y un estudiante le apuestan a la comida venezolana en Bogotá

Joselin Amaro, Mirielys Mesa y Daniel Romero, emprendedores gastronómicos.
Joselin Amaro, Mirielys Mesa y Daniel Romero, emprendedores gastronómicos.

Joselín Amaro, Mirielys Mesa y Daniel Romero decidieron emprender luego de ser víctimas de explotación laboral.

Por Luis Enrique Molina – periodista Te lo Cuento News

Como Vana`s Food es conocido un emprendimiento de comida rápida, ubicado en el Barrio de Engativá, Bosque Popular, que busca conquistar con la sazón de la comida rápida venezolana el paladar de los bogotanos.

La iniciativa de tres jóvenes migrantes, una médica con especialización en Medicina Ocupacional y Familiar, una repostera y un estudiante, partió de la premisa de no seguir trabajando como empleados en condiciones laborales inhumanas.

Joselín Amaro, de 28 años de edad, estudiante de diseño integral en la Universidad Nacional Experimental de Yaracuy y repostera en Venezuela, renunció al restaurante donde trabajó en Bogotá, con los otros dos yaracuyanos de nacimiento, porque recibía maltrato y por eso decidió asociarse para emprender.

Mirielys Mesa, médica venezolana de profesión, con 32 años de edad, indica que igualmente en el restaurante donde era compañera de Joselín Amaro, recibió, no tanta xenofobia, sino que vivió experiencias negativas de explotación laboral: “nos exigían llegar puntual, pero a la hora de salida nos obligaban a trabajar sobretiempo sin ninguna remuneración, hasta 12 horas al día”.

En Venezuela, Mirielys Mesa dejó a su mamá, su hija y su hermano, a quienes tiene la responsabilidad de mantener.

Ingresó al país legalmente, sellando el pasaporte y así pudo obtener ya el PPT. “Sentí temor al emigrar de Venezuela porque nunca había salido del país y en Bogotá ha sido una experiencia bastante difícil, pero a pesar de lo negativo han surgido cosas buenas”.

Como médico en Venezuela trabajaba en el Hospital Central de San Felipe Estado Yaracuy, donde la remuneración como profesional no le alcanzaba. Apenas cobraba 30 dólares mensuales y adicional trabajaba en dos clínicas y a domicilio, con lo que podía obtener hasta 300 dólares mensuales.

Daniel Romero, con 18 años de edad, completa el trío de emprendedores. Terminó el bachillerato en Colombia durante las mañanas y en las tardes hasta las 12:00 de la noche le tocó trabajar en un restaurante como cocinero para costearse sus estudios y lograr su manutención en el país.

Vive en Colombia con todos los miembros del núcleo familiar, todos con trabajo en Bogotá, mamá, papá y hermanos, y en Venezuela dejó a los abuelos y tíos. 

Relata que cuando recién llegó sufrió xenofobia, lo que le hizo perder un año de estudios. “Literalmente me tuve que salir del Colegio y entrar a estudiar por parasistema, lo que me facilitó poder trabajar”. 

Pagaba 150 mil pesos al mes en el parasistema, más los gastos en útiles escolares y folios para hacer carteleras, maquetas y todo tipo de cosas, “porque como tratan de cortarte los años de estudios, te exigen más”.

Su aspiración era estudiar en la Universidad, pero económicamente es muy difícil porque un semestre cuesta 6 millones de pesos en promedio dependiendo de la carrera que se vaya a cursar y en el Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA) tampoco tuvo suerte de ingresar porque no hay cupos fácilmente.

El sabor de sus tierras les cambió la vida

El menú en Vana`s Food incluye empanadas al estilo venezolano y las arepas cabimera, reina pepeada, caraota con queso, pollo y pabellón criollo. Además, perros calientes, hamburguesas, salchipapa y pronto incluirán los almuerzos con comidas típicas de la gastronomía venezolana.

Las emprendedoras están en el proceso de legalización con la Cámara de Comercio, ya que el contador de la empresa les orientó que el negocio debe esperar tres meses para ver si es fructífero o no y después iniciar los trámites.