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Un migrante tecnológico que tuvo que reinventarse a los 65 años en Barcelona

Omar Pineda es un venezolano que actualmente vive en Barcelona con su esposa.
Omar Pineda es un venezolano que actualmente vive en Barcelona con su esposa.

Omar Pineda tuvo que dejar Venezuela cuando su vida empezó a correr peligro. Ahora vive con su esposa como refugiado en España.

Por Sandra Flores – periodista Te lo Cuento News

Migrar es difícil a cualquier edad. Pero emprender una migración forzada a los 65 años, ante el riesgo de ser apresado injustamente, y con la complejidad de conseguir trabajo en un mercado laboral que discrimina a los adultos mayores, sí que lo es. Esa es la historia del periodista venezolano Omar Pineda, un migrante tecnológico que muestra que es posible reinventarse a cualquier edad.

En la actualidad, Omar tiene 74 años y vive con su esposa en España. Tienen estatus migratorio de refugiados, pero están a una notificación de distancia para convertirse en ciudadanos españoles. Y es que ya presentaron y aprobaron el examen para obtener la ciudadanía, y con paciencia aguardan el aviso que les cambiará la vida.

“Tenemos la residencia fija porque nos la da el hecho de ser refugiados”, explica, y añade: “El gobierno de Cataluña nos concede una ayuda por ser una pareja de la tercera edad que no tiene medios de subsistencia, pero estamos esperando la notificación que mejorará nuestra situación económica porque dejaremos de ser personas extranjeras a las que hay que ayudar y seremos nacionales”.

Pero ¿por qué Omar y su esposa, Elizabeth Araujo, decidieron emigrar? Esta es la historia.

Los motivos del migrante trasnacional

Para Omar, la Venezuela prechavista no era una simple dualidad en blanco y negro porque ya se venía gestando un deterioro político y social. Sin embargo, afirma que la llegada al poder de Hugo Chávez, con su megalomanía, marcó un punto de quiebre porque al ocupar los espacios políticos sofocó la disidencia.

“Subyuga a los medios de comunicación, persigue a los periodistas y pone preso a cualquier que disienta, y eso no es más que una dictadura”, apunta el comunicador social, y abunda: “En mi caso, si a mí me citaba la fiscalía, con seguridad, tuvieran o no argumentos, me iban a mandar preso”.

¿Cuál fue su caso? En 2015, el periódico ABC de España publicó una entrevista con el exencargado de seguridad de Diosdado Cabello, un político vinculado a Hugo Chávez y Nicolás Maduro. El personaje entrevistado acusaba a su exjefe de formar parte del llamado “Cartel de los soles”, que operaba entre Colombia, Venezuela y México.

Por entonces, Omar trabajaba en el periódico TalCual que, al igual que otros dos medios de Venezuela, reprodujo textualmente la entrevista. Como resultado, Diosdado Cabello demandó a los tres medios de comunicación y a sus directivos, pero también inició una ofensiva de acoso en su contra.

“Yo no formaba parte de la directiva de TalCual, sino que era empleado del periódico y cumplía funciones como jefe de la página web. Si alguna responsabilidad podía asumir era que yo subí el material”, explica, “sin embargo, la situación se convirtió en acoso y eso me hizo tomar previsiones. Por eso decidí salir del país con mi esposa”.

Un migrante tecnológico en marcha

Lo cierto es que el plan de la pareja no era vivir en Barcelona. “En realidad, no veníamos a España”, revela Omar, “íbamos a Francia porque mi esposa y yo vivimos cinco años en París en los años 80, con una beca de estudios, pero al llegar a Barcelona nos dijeron que uno pide asilo en el país adonde llega porque la lógica es que te están persiguiendo, y entonces tú llegas a un sitio y ahí solicitas asilo”.

Así pues, después de llegar a su nuevo hogar en mayo de 2015, iniciaron una nueva vida desde cero. Sin embargo, la suya era la edad en que las personas se jubilan en España y, para colmo, en su situación migratoria no tenían permiso para trabajar legalmente.

Lo cierto es que, ya desde antes, Omar y su esposa eran migrantes tecnológicos. Esta locución se refiere a las personas nacidas antes de los 90, en la era predigital, y que en la marcha han aprendido a usar los medios digitales.

En estas circunstancias, han salido adelante cuidando mascotas y realizando otras actividades comunes, pero también han prestado servicios relacionados con promoción de páginas web y manejo de redes sociales. Además, han colaborado con ONG’s y otras organizaciones para apoyar a venezolanos en su país y en la diáspora.

Por si lo anterior fuera poco, a distancia han trabajado en edición de libros, y apoyaron un proyecto relacionado con elaboración de guiones para telenovelas en México.

Desafía el edadismo en Barcelona

Han buscado diferentes tipos de empleo, pero sin importar de qué tipo, siempre prefieren a personas jóvenes. Opina que la sociedad rechaza a las personas de cierta edad, aunque todavía estén en capacidad de ser útiles mental y físicamente.

“Yo migré a lo digital a una edad en que tenía a mi cargo a pasantes bastante más jóvenes, y ellos me explicaban a mí cómo estaba lo de las redes sociales, sus artilugios y esas cosas. La nueva tecnología va dejando a la gente como a la vera del camino, pero mi esposa y yo la hemos aprendido y aplicado. La inteligencia artificial, por ejemplo, facilita las cosas y te pone en posición de escalar a otras actividades y aprender otras cosas”, dice.

Para Omar Pineda, la tecnología no es impedimento, sino una herramienta más. A sus 74 años, espera estrenar su ciudadanía española para seguir abriendo brecha en su nuevo hogar, como migrante tecnológico y trasnacional que desafía el edadismo en Barcelona.