La antigua presentadora de televisión en Venezuela, vive ahora con su esposo en España, en donde publicó su disco de música religiosa, Raíces.
Por Sandra Flores – Periodista Te lo Cuento News
Para Mate, la música católica es una misión y un propósito. No concibe su vida dedicada a otra actividad. Considera que el mensaje espiritual es fundamental no sólo para los venezolanos en medio de la diáspora, sino para todos los jóvenes del mundo. A través de su disco Raíces comparte sus propias raíces en la fe.
María Teresa de Jesús González Salas es su nombre de pila. Proviene de una familia de músicos líricos, sus padres cantaban en el coro de la iglesia. Podríamos decir que trae la música en sus genes.
“Crecí en este ámbito y siempre he sentido la necesidad de servir a través de la música, a través del canto”, explica la venezolana que lleva siete años residiendo en Madrid y ha obtenido la nacionalidad española.
Raíces contiene canciones populares que no estaban en plataformas digitales. Muchas de ellas, comenta Mate, son poemas de santos carmelitas que la acompañaron a lo largo de su vida en la fe católica y marcaron su crecimiento espiritual.
Migrar es florecer y descubrir fortalezas
Mate estudió periodismo, pero desde los 14 años trabajaba en una televisora local de su natal Barquisimeto. A los 18 años pasó a ser presentadora de un noticiero, así que para cuando se graduó de la Universidad Yacambú ya ejercía su profesión.
“Creo que jamás me planteé irme de Venezuela”, evoca con añoranza al hablar sobre el proceso difícil de la migración, “pero mi esposo y yo empezamos a ver que todo se estaba dificultando no sólo en cuestiones profesionales, sino en el aspecto social y económico, y eso nos hizo plantearnos irnos del país y comenzar un nuevo rumbo.”
Sin embargo, ella considera que migrar es florecer, porque volver a empezar y reorganizar una vida al amparo de otra cultura y otra forma de pensar es una manera de crecer.
“España y la gente de Madrid nos han hecho sentir en casa”, expresa con entusiasmo, “y siento que el beneficio de este camino es darme cuenta de lo que soy capaz de hacer, porque es una situación en la que ves la fuerza que tienes, lo resistente que puedes ser, también lo luchadora que he sido durante todo este tiempo que ha sido muy duro.”
Vuelta a la música de sus Raíces
En Madrid estudió un máster en Marketing Digital, pues al llegar decidió reintegrarse al ámbito profesional, y el auge del mercadeo en redes sociales la llevó a incursionar en esa actividad. Tiempo después, su esposo, de nacionalidad italiana, emprendió en el giro de restaurantes y ella optó por apoyarlo.
Si bien no abandonó la actividad musical porque pronto se unió al coro de la iglesia -que fue el refugio de su fe ante el dolor por la separación de su familia-, transcurrió un tiempo antes de que ocurriera el impulso definitivo para grabar su disco.
“Yo seguía sintiendo el llamado de la música, la gente también me lo pedía y me inscribí en un concurso, como un reality show de músicos católicos”, recuerda. “Quedé en segundo lugar y eso a mí me impulsó a centrarme en mi música y a decir: siento que ya es el momento. Fue como el paso que tenía que dar.”
Así las cosas, hace dos años lanzó Raíces, que desde hace poco más de un año está disponible en plataformas digitales. Las estadísticas revelan que tiene un público numeroso en Estados Unidos, México, España y, por supuesto, Venezuela.
“Raíces es una realidad gracias a mucha gente que me apoyó, que aportó y que estuvo siempre ahí diciéndome: Mate, no te detengas, sigue adelante, aquí estamos para apoyarte. Y eso se lo debo a España, sin duda, y a la gente de Madrid.”
Mate espera con ansias el mes de agosto porque le han cedido un espacio en la Jornada Mundial de la Juventud para que comparta sus canciones y su voz, y está feliz, dispuesta a seguir recorriendo el camino de la música católica, sólo música católica porque, dice, “no me veo cantando otra cosa, no me lo he planteado nunca”.