Lizbeth Guerrero se radicó en México huyendo de la difícil situación económica en Venezuela. A los 50 años pensó que no podría hacer valer su experiencia como abogado, pero encontró la forma de ayudar a los demás.

Por Martha Cotoret – Periodista Te Lo Cuento News

La inquietud por ayudar a quienes se han visto obligados a dejar su país para buscar mejores condiciones de vida en otras latitudes llevó a Lizbeth Guerrero a crear una fundación y brindar asesoría a los migrantes desde México, donde está radicada desde hace 6 años.

En su país contaba con reconocimiento y una carrera sólida, pero la difícil situación económica y social de Venezuela la llevó a migrar y, por ende, a renunciar al ejercicio del derecho de manera formal. 

“Me encontré con bastantes barreras que enfrenta cualquier persona en contexto de movilidad: cultura distinta, adaptación, pero lo más relevante, empezar desde cero siendo ya una persona mayor de 50 años y dejando atrás logros profesionales, reconocimiento y el nivel que como profesional del derecho logré con años de trabajo”, narra.

Para Guerrero, “lo más duro” de la migración fue tener una amplia experiencia y no poderla ejercer. “Primero, soy abogada (carrera que no puedes ejercer tan fácilmente en otro país distinto al tuyo) y, segundo, porque ya tenía más de 50 años y en México para las personas mayores de 40 ya es un problema emplearse formalmente”, detalla.

Sin embargo, en México encontró cómo seguir vinculada al derecho y ayudar a personas que habían salido de sus países de origen porque no había otra opción. 

“Empecé queriendo poner un granito de arena y ayudar en su travesía a mis coterráneos, brindándoles asesoría y acompañamiento totalmente gratuito en sus trámites migratorios”, cuenta.

Pero esta no es la primera vez que ha estado vinculada a la defensa de los derechos humanos, En Venezuela, recuerda, formó parte del Foro Penal Venezolano, una ONG que brinda apoyo a los presos políticos,

Y en México sigue su camino en pro del respeto de los derechos y la igualdad a través de la asociación civil Apoyo a Migrantes Venezolanos, A.C.

“Con el pasar de los años, hemos crecido hasta dar hoy en día asesoría y acompañamiento a cualquier nacionalidad que lo requiera, sin limitantes de idioma, religión o cualquier otro. Siempre de manera totalmente gratuita y con el único objetivo de contribuir a mejorar las condiciones de las personas en contexto de movilidad”, concluye.