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Las dificultades de conseguir cupo escolar para una niña con autismo

Jhoam Sánchez estableció su propio horario laboral para dedicar mayor tiempo a su pequeña
Jhoam Sánchez estableció su propio horario laboral para dedicar mayor tiempo a su pequeña

Jhoam Sánchez adaptó su rutina de trabajo para atender a su hija, con trastorno del espectro autista. Los expertos que la atienden recomiendan que estudie en un colegio regular en lugar de uno especial.

Por Janett Heredia – periodista Te lo Cuento News 

Mercadeo en redes y juegos por internet. Esa era la fuente de ingresos de Jhoam Sánchez en Maracaibo y fue también la razón por la cual tuvo que salir de Venezuela. ¿Cómo sostener esa actividad comercial en medio de los apagones que se tornaron frecuentes en la Tierra del Sol Amada?

Con 800 dólares que reunieron mediante la venta del televisor y el aire acondicionado, partió a Cartagena de Indias en octubre de 2018, junto con su esposa, Milányela González, y su primogénita, quien apenas tenía ocho meses de edad. 

Como su cónyuge es colombiana de nacimiento, pensaron que le resultaría sencillo conseguir una plaza para desempeñar su profesión de farmaceuta. Pero eso tomó tiempo.

Mientras tanto “estiraron” los dólares. Por un tiempo se salvaron de pagar arriendo, gracias a que una prima de su esposa les dio alojamiento durante varios meses y, como “una mano lava la otra”, ellos la apoyaban cuidando de su hija también.

Con los bolsillos vacíos, veían aproximarse la Navidad hasta que alguien les prestó 120 mil pesos y corrieron a comprar los ingredientes para hacer unos ponquesitos. Su esposa los elaboraba en las mañanas y él salía a venderlos en las tardes. “Fue uno de los diciembres más fuertes”; pero pudieron solventar algunas cosas.

En enero comenzó a trabajar atendiendo la clientela en una panadería recién inaugurada. Allí duró solo seis meses porque el negocio fue vendido. 

Pero en ese lapso, ya su esposa había conseguido un empleo, así que Jhoam decidió retomar su anterior vida de comerciante en redes para disponer de su propio tiempo en función de la prioridad familiar: atender a la niña.

Autismo: otra escuela

Después de año y medio sin verse personalmente, la madre de Jhoam pudo al fin visitarlos. Al interactuar con su nietecita les compartió la idea de que había algo diferente en ella. 

El diagnóstico que arrojó la consulta con especialistas fue Trastorno del Espectro Autista en grado 2, una condición que amerita un poco más de esfuerzo en el proceso de enseñanza aprendizaje. 

Lo primero que hizo la pareja fue buscar asesoría, para comprender mejor qué es el autismo. Querían estar preparados para lo que debían afrontar.

“Nos dijeron que no era nada del otro mundo, que debíamos tener paciencia y trabajar. Si las cosas no funcionan de una manera funcionan de otra”, señala.

En efecto, según comenta, todo ha funcionado mediante las terapias que vienen cumpliendo con apoyo de un centro de atención especializada. “Gracias a Dios conseguimos una institución que lo hace bastante bien”. 

Actualmente, a sus seis años, la niña reacciona cuando escucha su nombre, señala, pide cosas y va al baño sola.

La pequeña todavía no habla. Pero eso no mortifica a Jhoam, pues él habló a los cinco años y hoy es un ingeniero civil que –como dirían en Venezuela– “habla hasta por los codos”, de forma desenvuelta. Y cuenta que el abuelo de la niña, un ingeniero industrial, habló a los nueve años de edad.

Por ahora está dedicado a conseguir el cupo para que la niña estudie en una escuela regular, pues, con el avance que ha tenido en las terapias, los expertos que la atienden recomiendan que –en lugar de asistir a un colegio especial– comience a socializar en un ambiente heterogéneo. Eso las ayudará mucho más.

“Nos ha costado conseguir un colegio donde la podamos inscribir; porque los hay, pero ya están agotados los cupos de niños especiales que pueden manejar dentro de la institución”.

“Cambio de chip”

Cuando el panorama financiero se tornaba cuesta arriba, Jhoam recurrió a la lectura de autores exitosos que le habían servido en el pasado para cambiar su perspectiva y emprender retos en el área comercial.

Estos libros lo llevaron a pensar “mira dónde estoy; mira a dónde voy a llegar si sigo aquí. Si permanecemos dentro del rebaño vamos al matadero”.  

Premisas como esta, sumadas a los retos de su nueva vida en otro país, se tornaron el combustible para emprender de nuevo en el área de mercadeo en redes. Al establecer su propio horario laboral tiene la satisfacción de poder dedicar la mayor parte de su tiempo a la niña.