Llegó a Colombia en 2017 y se esfuerza por sacar adelante una corporación. Ya cuenta con el apoyo de 10 gestoras, que trabajan en diferentes sectores del municipio.

Angélica Antía Azuaje – Periodista de TelocuentoNews

Gladys Chacón es una venezolana que llegó a Medellín, Colombia, en febrero de 2017. En su país natal se desempeñaba como gestora comunitaria, pero su entorno de estrés emocional, sumado a su batalla contra el cáncer de colon, la llevó a tomar la decisión de abandonar Venezuela.

Al llegar a Gladys comenzó a trabajar con personas que tenían negocios en Sabaneta, Antioquia. Lamentablemente, experimentó maltrato y explotación laboral por parte de algunas personas, quienes se negaban a pagarle por su trabajo. Pero también encontró apoyo y solidaridad de otros.

Uno de los mayores desafíos que Gladys ha enfrentado en su vida en Colombia es que los ingresos que percibe son insuficientes para cubrir las exigencias económicas que implica vivir en un buen lugar, tener una alimentación adecuada y satisfacer las necesidades básicas de vestuario y calzado.

A pesar de los obstáculos, se esfuerza por sacar adelante una corporación de apoyo para la población migrante en el municipio de Itagüí. Actualmente, cuenta con el apoyo de 10 gestoras que trabajan en diferentes sectores de la localidad. La labor de Gladys se realiza de la mano de organizaciones como OIM-Mercy Corps, Humanity Inclusión y con el respaldo de opción legal. Además, se ha convertido en emprendedora, generando ingresos a través de la venta de postres con helado y refrigerios.

Gladys espera seguir adelante con su emprendimiento y consolidar su negocio de refrigerios para conseguir ingresos más estables. 

Colombia, la oportunidad

Para ella, Colombia representa una oportunidad de progreso y desarrollo. Considera a este país como su lugar de acogida, donde ha encontrado la felicidad y está agradecida por la amabilidad y calidez de su gente.

A pesar de todo el amor y agradecimiento que siente hacia el país que la recibió, no puede evitar añorar a su tierra natal. Para ella, Venezuela es su tierra querida, donde están sus recuerdos y seres queridos. Aunque es feliz en su nueva vida, extraña profundamente su país.

A pesar de las dificultades ha logrado convertir los retos en oportunidades y seguir adelante en busca de una vida mejor tanto para ella como para otros migrantes en Colombia.