Participar en las protestas ciudadanas de 2014 lo puso en riesgo, recorrió varios países en busca de oportunidades económicas hasta que en Colombia encontró la forma de ayudar a sus compatriotas.
Por Nora Sánchez – periodista Te Lo Cuento News
En Venezuela, Jackson Durán fue dirigente estudiantil de la Universidad de Los Andes (ULA), casa de estudios asentada en la ciudad de Mérida y de donde egresó como politólogo.
De estudiante fue un joven activo en las protestas ciudadanas que desde el año 2014 fueron comunes en el país en rechazo al régimen de Nicolás Maduro.
A pocos meses de realizarse las elecciones presidenciales de mayo 2018, Jackson Durán decidió salir del país, pues sentía que su integridad física y seguridad personal estaban en riesgo, debido a su protagonismo en las protestas.
Así las cosas, el joven politólogo emprende viaje a Lima (Perú), ciudad en la que vivió ocho meses y se mantuvo desempeñándose como asesor comercial y mercaderista.
En busca de nuevas oportunidades y de desarrollo profesional, empacó de nuevo su maleta para viajar a Santiago (Chile). Allí trabajó sirviendo en un local de comida y como asesor comercial. Vivió por casi dos años, hasta que llegó a Colombia días antes de que se declarara la pandemia de Covid-19.
Cuarentena creativa
Sin poder salir de Bogotá, en el encierro que produjo la pandemia y viendo la desorientación y desinformación de migrantes venezolanos en Colombia, Jackson Durán comenzó, desde el año 2021, a plasmar en el papel y como proyecto, la creación de una fundación que sirviera de apoyo a sus connacionales venezolanos que se movilizan por este país.
Un año después, en marzo de 2022, nace la Fundación Creando Ilusiones la cual dirige con el fin de ayudar a la integración de colombianos y venezolanos, capacitando a migrantes, retornados y población de acogida.
El fin es la inserción socioproductiva, los emprendimientos, la empleabilidad y los talleres de oficio. Por eso, desde la fundación realizan talleres y capacitaciones para que los migrantes venezolanos puedan obtener todas las herramientas y desarrollarse para obtener bienestar y calidad de vida.
Desde sus inicios a la fecha, esta fundación ha beneficiado a aproximadamente 700 personas. Jackson Durán hace un recuento y dice que la necesidad de la mayoría de ese grupo de beneficiarios es la inserción laboral, de ahí la importancia de los talleres.
Regularización debe seguir
El éxodo de venezolanos que buscan en otros países calidad de vida y la garantía de sus derechos humanos no se detiene. Siendo Colombia el primer país receptor de migrantes venezolanos en América Latina con 2’875.743 venezolanos, según cifra de Migración Colombia, se hace casi obligatorio mantener la regulación de su status migratorio.
En este sentido, Jackson Durán destacó que desde la fundación han suscrito un petitorio hecho a la Cancillería y a Migración Colombia para que se mantenga la regulación de los migrantes, más allá del proceso que hoy día está activo para los niños, niñas y adolescentes escolarizados.
Con participación activa en la campaña “Ayuda a Quien Ayuda”, liderada por ACNUR (la Agencia de la ONU para los Refugiados) y la Corporación Opción Legal, que reúne a 35 Organizaciones de Base Comunitaria en Colombia, la Fundación Creando Ilusiones se sumó a ese petitorio, por considerar que la falta de programas de regularización para los venezolanos no contribuye a la integración.
Creyente que la falta de un documento que le permita al migrante venezolano emplearse formalmente y desarrollarse en Colombia, Jackson Durán dijo que de no aplicarse un nuevo proceso de regularización profundiza la desintegración familiar que ya viven 7 millones, 722 mil, 579 venezolanos que están por el mundo, según cifras de noviembre 2023 de la plataforma R4V.
