El poder del irresistible sabor lo tiene José Alejandro Rodríguez en sus venas, lo que le permitió cumplir uno de sus sueños en otras latitudes: abrir “Cacao Legacy”.
Angélica Antía Azuaje – periodista de TelocuentoNews
La búsqueda de nuevas oportunidades y el deseo de conocer nuevas culturas llevó a José Alejandro Rodríguez, venezolano, a embarcarse en una aventura hacia Paraguay en agosto de 2019.
Con una trayectoria dedicada a la fabricación de chocolate desde el grano de cacao y la enseñanza de la chocolatería, José Alejandro decidió aceptar una propuesta de trabajo en Paraguay, dejando atrás su empresa “Corazón de cacao 8991 C.A.” en manos de su familia.
José Alejandro describe a Paraguay como un país con similitudes a Venezuela y afirma que su adaptación no fue un problema. Haber vivido en diferentes estados de su país natal le brindó experiencia en la adaptación a nuevas culturas. Además, destaca la amabilidad y receptividad de los paraguayos hacia los extranjeros. Considera que Paraguay es una nación con muchas oportunidades para aquellos que tienen objetivos claros y definidos.
Uno de los mayores desafíos que enfrentó fue que poco después de su llegada se quedó sin empleo debido a la pandemia y debió ponerse en cuarentena sin su familia cerca. Esta situación lo llevó a reinventarse y comenzar a dar clases de chocolatería en línea con un amigo argentino. Experimentó un período de aprendizaje y evolución personal.
El nacimiento de Cacao Legacy
José Alejandro es licenciado en tecnología de alimentos, pero su pasión por el chocolate lo llevó a cumplir su objetivo de abrir la primera chocolatería Bean to Bar en Paraguay. Con el apoyo de su novia, paraguaya, logró materializar su proyecto y juntos formaron Cacao Legacy. Destaca la importancia de su novia como el motor principal de este emprendimiento. José Alejandro encuentra una gran satisfacción en su trabajo y en enseñar a través de catas de chocolate, maridajes y combinaciones con distintas bebidas, todo en un intento por educar a los paraguayos sobre este superalimento y brindarles una experiencia sensorial única.
A corto plazo, espera abrir una tienda donde los interesados puedan disfrutar de diversas experiencias con el cacao y el chocolate. Además, su objetivo es traer granos de cacao de Venezuela para que los paraguayos puedan saborear lo que considera como “el mejor cacao del mundo”.
A pesar de su nueva vida en Paraguay, José Alejandro confiesa extrañar a Venezuela profundamente. Extraña la comida tradicional, como las cachapas preparadas por sus abuelas, y añora el ambiente familiar alrededor de la música llanera, junto al arpa, el cuatro y las maracas.
También echa de menos las playas y sus atardeceres, y las empanadas de cazón al borde del mar. A pesar de ello, José Alejandro se define como un venezolano en Paraguay que mantiene sus convicciones con humildad y respeta las de los demás. Es firmemente creyente de que con estas cualidades, se puede llegar lejos.
Sin duda, él ha encontrado en Paraguay un espacio para seguir creciendo y compartiendo su amor por el chocolate, mientras mantiene un fuerte vínculo con Venezuela, su hogar y su origen.