El Ávila, ese telón montañoso que todo caraqueño conoce, fue sustituido por las playas de Miami, una ciudad que a inicio del milenio no tenía mucha migración venezolana cuando Donatella Ungredda llegó.
Por Fátima De Oliveira – periodista de Te lo Cuento News
“¿Sabes qué? Vamos a buscar otros rumbos”. Con ese pensamiento en mente, Donatella Ungredda decidió emigrar de Venezuela a los Estados Unidos con 39 años, tras trabajar durante mucho tiempo en producción de televisión.
Los paisajes de Miami se convirtieron en el escenario de una nueva producción. Esta vez más íntima, más personal, y sin actores o cámaras. Una historia de reinvención en la que ella encontró una manera diferente de comunicar a través de la traducción y la interpretación.
Graduada de Comunicación Social, mención audiovisuales, de la Universidad Católica Andrés Bello, Donatella trabajó durante 16 años en la producción de televisión en el país. De sus primeros años como profesional, recuerda su paso por el canal Venezolana de Televisión, “aquella Venezolana de Televisión, no la de ahora”, señala.
Para Donatella, la Venezuela de sus recuerdos es una nación marcada por problemas políticos y económicos. Sin embargo, eso no la hizo alejarse de sus sueños y trabajó arduamente para abrirse un espacio en el mundo de la producción, primero en Venezolana de Televisión, luego en Marte Televisión y en Cinesa.
El 6 de diciembre de 1998, los resultados electorales de aquella agitada Venezuela sorprendieron a muchos. La noticia de la victoria de Chávez -un militar que había orquestado un golpe de Estado años atrás- llenó de confusión al país. Era palpable la alegría de los sectores de izquierda, pero la preocupación en el sector privado aumentó rápidamente.
Fue tal la incertidumbre que Donatella perdió su trabajo de ese entonces: la productora privada del talk show Aquí contigo decidió buscar nuevos horizontes. De alguna manera se imaginaban que las relaciones entre el gobierno de Chávez y los medios de comunicación no serían fáciles y estarían llenas de controversias.
Sálvese quien pueda y arréglese quien pueda
En diciembre del 2000, Donatella llegó a los Estados Unidos con una visa L2, y gracias a su dominio del inglés ayudó a su familia política con un negocio de materiales de impresión que logró sostenerlos en el país durante muchos años. Sin embargo, la crisis de 2008 y la llegada del mundo digital los perjudicó.
“Ese tipo de rubro cambió tan drásticamente que en un plazo de 10 o 12 años todo desapareció (…) La crisis de 2008 nos afectó y desafortunadamente la empresa no dio para más y desapareció entre 2011 y 2012. Pero para ese momento ya éramos ciudadanos y teníamos una base para resolver nuestras respectivas vidas”.
Un sueño en paralelo
Pero la vena periodística de Donatella nunca dejó de latir, por lo que entre 2004 y 2005 creó junto a su esposo una radio por Internet para hablar de la situación en Venezuela. Radionex funcionó por casi 9 años y hasta rompieron un récord Guinness por cumplir 40 horas ininterrumpidas de transmisión.
“Radio por Internet era algo así como un lujo y era una fortuna sostener eso (…) Gracias a Dios tuvimos durante un tiempo personas que nos apoyaron económicamente; sabían que estaban tirando dinero al fuego porque la estación de radio estaba enfocada en proteger la democracia en Venezuela y hablar sobre los presos políticos”.
El sueño radial de Donatella y su esposo era adelantado a su época y no tenía muchas garantías de mantenerse en el tiempo por los altos costos que representaba y las pocas ganancias que generaba. Ya en 2016 pensó: “reinventarse o morir de hambre”.
Fue así como decidió estudiar y obtener su título en Estudios de Traducción e Interpretación en el Miami Dade College. “Es un reto en sí mismo porque hay que dominar los idiomas, el español y el inglés. Ese es un trabajo en progreso que no termina”.
Donatella, hija de inmigrantes italianos que llegaron a la prometedora Venezuela entre 1948 y 1954, cuenta que sus padres siempre la motivaron a aprender idiomas. De cierta manera, esa influencia la ayudó a trazar el camino que hoy transita y que nunca imaginó que viviría.
Hoy se dedica a traducir e interpretar, de forma escrita y oral. Puede ayudar a traducir en simultáneo, durante una conversación, foro o entrevista, y también puede sentarse en su computadora para pasar un texto de español a inglés o viceversa. Aunque admite que esta segunda faceta es más solitaria.
Pero su pasión por la comunicación y por Venezuela sigue siendo tan fuerte como el primer día que dejó el país. De hecho, Donatella es vicepresidenta de la Asociación de Periodistas Venezolanos en el Exterior (APEVEX) y asegura que seguirá protegiendo la democracia y la libertad de expresión. Además, promete reinventarse cuantas veces sean necesarias.