Maximiliano y su esposa Gabriela aseguran que Irlanda les ha abierto los brazos de una manera increíble

Por Angélica Antía Azuaje, Te lo Cuento News

La comunidad venezolana en Dublín, Irlanda, es relativamente pequeña en comparación con otros grupos de inmigrantes en la ciudad. Sin embargo, su impacto cultural es significativo. Así lo creen, orgullosamente, Maximiliano Martínez y Gabriela Patiño, una pareja venezolana que aterrizó en la ‘isla esmeralda’, el 5 de agosto de 2016, con el objetivo de estudiar inglés.

“Estábamos emocionados pero al mismo tiempo tristes por dejar Venezuela. Teníamos el plan de aprender el inglés, dar un chance como de un año para ver si Venezuela se arreglaba y regresar para ver si buscábamos un mejor trabajo. Pero estando aquí nuestros padres nos decían que más bien todo iba empeorando en el país y llegó un punto donde nos dijeron que buscáramos la forma de quedarnos aquí”, explica Maximiliano.

Permanecer en Irlanda se convirtió en una necesidad. Sobre su experiencia en Dublín, la pareja cree que ha sido muy positiva. De hecho, Maximiliano y Gabriela solicitaron asilo en noviembre del 2016 y asegura que esa fue la mejor decisión que tomaron en su vida.

“Nos trataron muy bien, nos dieron sitio para dormir, nos daban las tres comidas al día, nos pagaban un dinero semanal para comprar cualquier cosa que quisiéramos, nos sacaban al cine, al zoológico. De verdad que Irlanda nos abrió los brazos de una manera increíble y no tenemos palabras para agradecer tanto, de verdad. Mi esposa y yo pensábamos en traernos a nuestros padres, apenas estuviésemos un poco más estables. Incluso queríamos traerlos antes de la pandemia, pero mi mamá Arelys y mi abuela Elizabeth tuvieron problemas con el pasaporte como la mayoría de venezolanos y se trabó la cosa. Luego cuando pudimos resolver lo del pasaporte, pero llegó la pandemia y cerraron los vuelos. Al final me las pude traer en mayo del año pasado”, nos cuenta.

Bendita gastronomía

Una de las formas en que los venezolanos han contribuido a la cultura de Dublín es a través de su gastronomía. De eso está seguro Maximiliano, y señala que en varias parte de Dublín han abierto restaurantes venezolanos, los cuales tienen mucha aceptación, son muy buenos. ‘Arepas Grill’ es uno, al igual que ‘Sweet Churro’. Estos lugares no sólo han atraído a la comunidad venezolana, sino también a los dublineses que buscan probar algo nuevo y diferente.

“Son muy distinguidos y siempre están llenos. Un muy amigo mío está intentando entrar en la venta de quesos frescos y le va muy bien, su nombre es Rubén y su cuenta de Instagram es Vene Cheese Cork. En navidad se hace la feria navideña venezolana con comida típica y música en vivo (gaitas). También en el día de San Patricio algunos venezolanos participan en el desfile tradicional y es muy bonito”, revela entusiasmado.

Emprendimiento

Otro aporte cultural significativo de los venezolanos en Dublín es su capacidad de adaptación y su espíritu emprendedor. Muchos han llegado a la ciudad buscando nuevas oportunidades y han establecido sus propios negocios, los cuales no solo han contribuido a la economía local, sino que también han introducido nuevos productos y servicios en la ciudad.

“El solo hecho de estar en ese país, portarse bien como un ciudadano normal, eso dice más que las palabras. Todos los venezolanos que estamos aquí contribuimos, en general, a dejar en alto el nombre de Venezuela, dando a conocer el gentilicio, como personas decentes, honestas, honradas. Además, mostramos la comida, nuestra música, nuestro arte, las imágenes de las playas que tiene nuestro país. No pasa un día en el que yo no le hablé a mis amigos irlandeses de algo que extrañe de Venezuela”, suspira nostálgico el caraqueño.

Sobre los planes que tienen para seguir compartiendo la cultura y tradiciones venezolanas mientras están en Irlanda, Maximiliano comenta se están organizando, para ellos crearon grupos en Facebook y WhatsApp de venezolanos en Irlanda, más que todo en Dublín y Cork.

“Siempre nos ponemos de acuerdo cuando queremos hacer un evento, cuando deseamos efectuar alguna donación para Venezuela o para las personas que viven acá en asilo y están sin hogar. Somos pocos relativamente, pero hacemos lo posible por ayudar en lo que podamos y siempre dejar a Venezuela en lo alto, yo siempre digo con mucho orgullo: soy venezolano”.

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