‘Colores de igualdad’, una ONG que trabaja por los derechos de los migrantes y las personas LGBTIQ+

Deivi Alex Cardona, defensor de derechos humanos.
Deivi Alex Cardona, defensor de derechos humanos.

Deivi Alex Cardona llegó a Colombia hace 7 años. Es cheff de profesión, pero en el país se ha dedicado a la defensa de los derechos humanos.

Por Yasmina Hera – periodista Te lo Cuento News

Deivi Alex Cardona González es un joven venezolano representante de la organización “Colores de Igualdad”, ubicada en el departamento de Nariño, en la frontera con Ecuador. Actualmente, su labor se enfoca en la defensa de los derechos de la comunidad LGBTIQ+ en esta región.

Nariño es un departamento complejo, en donde deben atender a personas que buscan protección internacional debido a la crisis económica en Venezuela. Estas personas, de diversas nacionalidades, buscan mejorar su situación y alcanzar el “sueño americano”. 

Alex tiene siete años en Colombia y dos dedicados a su organización. Su profesión es cheff, aunque en la actualidad trabaja por los derechos humanos. Ha colaborado con otras organizaciones sociales y, en los últimos tres años y medio, se ha dedicado a atender a la población LGBTIQ+.

Para él, una persona vulnerable es aquella que necesita atención y protección internacional porque es víctima de violencia sexual u otras formas de violencia. Su objetivo y el de la organización es orientar a estas personas y brindarles una visión distinta a la que han vivido, ofreciéndoles apoyo emocional y jurídico.

“Los desafíos son muchos, especialmente para los profesionales que buscan estabilidad económica o empleo para sobrevivir. Para la población que atendemos, estos desafíos son aún más difíciles de superar. Al cruzar las fronteras, se enfrentan a grupos armados como el ‘Tren de Aragua’, que tienen una fuerte presencia en las fronteras de diferentes países”, señala.

Alex agrega que muchas personas son víctimas de explotación sexual y actualmente no existen mecanismos que permitan el paso fronterizo sin documentos, lo que lleva a realizar cruces por lugares irregulares. “Para sobrevivir, algunas personas se ven obligadas a vender su cuerpo, traficar drogas o transportar mercancías”, explica. 

Los temas pendientes

El activista explica que una de las medidas necesarias es la sensibilización tanto en Colombia como en Venezuela, ya que antes no se vio este gran número de casos de trata de migrantes. 

“La respuesta por parte del Estado ha sido limitada, pero gracias al apoyo de la cooperación internacional hemos logrado brindar apoyo a los más vulnerables”, explica.

Además, resalta la necesidad de fortalecer el trabajo articulado entre las juntas de acción comunal, los líderes comunitarios, las organizaciones de base y el Estado, ya que estas últimas poseen un mayor conocimiento y soluciones concretas para atender a la población vulnerable.

Alex manifiesta su intención de seguir en Colombia. Nunca imaginó convertirse en líder ni trabajar en la defensa de los derechos humanos, pero valora y respeta las decisiones de las personas que se exponen en las fronteras de muchos países, como ocurre actualmente en el Darién, en busca del sueño americano.

Reconoce que estas personas arriesgan sus vidas y las de sus familiares sin conocer completamente los peligros que enfrentan.