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Belinda Calderón desarrolla habilidades nuevas para emprender

Belinda Calderón, periodista venezolana
Belinda Calderón, periodista venezolana

“Estoy aprendiendo de las nuevas generaciones que somos seres humanos multidimensionales y tenemos muchas habilidades… ¡Explorémoslas al máximo!”

Por Sandra Flores – Periodista Te lo Cuento News

Observadora y analítica como periodista que es, Belinda Calderón Uga entiende la evolución que atraviesa Colombia al recibir una oleada inmensa de migrantes venezolanos, pero le ha afectado no poder insertarse en el mercado laboral medellinense para ejercer su profesión. Sin embargo, no se rinde y, a sus 55 años, se explora interiormente para descubrirse nuevas habilidades, desarrollarlas y emprender.

Aunque considera que el proceso migratorio para ella y su familia no ha sido extraordinario, porque casi podría decirse que tuvieron un “destino natural”, dado que su esposo es oriundo de Medellín, no hay ventaja que borre las dificultades cotidianas.

Aquí hay un mercado laboral muy competitivo y no entro por edad, por nacionalidad, por formación”, explica Belinda, quien dejó Venezuela en 2016, y la situación no ha sido más sencilla para su esposo pese a que volvió a su país de origen.

“Apenas en los últimos tres años fue que él consiguió un trabajo”, revela, “de hecho, mi esposo está en una categoría que se llama ‘retornado’, porque hay una ley para retornados que ha dado beneficios, pero ni la gente ni las instituciones lo saben porque la búsqueda de información sobre esas facilidades no está a la mano”.

A desarrollar nuevas habilidades

Si bien acepta que en la actualidad viven una mejor situación de la que vivieron cuando llegaron a establecerse en Medellín, Belinda no puede dejar de lado la complejidad que representa no tener un trabajo fijo que garantice un ingreso constante para hacer frente a los gastos del día a día.

Y es que en Venezuela ella nunca batalló por falta de empleo. Se especializó en periodismo de economía y negocios y más tarde se desarrolló en redes sociales, pero todo cambió al llegar a Colombia, donde se ha desempeñado como freelance en diversos rubros e incluso ha preparado lasaña para vender, pero no ha podido ejercer el periodismo.

“Pero si no voy a conseguir trabajo en lo que yo creo o quiero, entonces ¿qué es lo que necesita este mercado? Y de lo que necesita, ¿en qué soy buena?”, se pregunta la periodista caraqueña y se responde con aplomo: “En eso estoy; estoy desarrollando otras habilidades, vamos a aprovechar esas habilidades y vamos a seguir disfrutando la vida”.

Al principio, ella pensaba en crear una empresa de contenido porque es el área de su experiencia, pero hace tres meses empezó a planificar con un amigo el emprendimiento de un medio digital enfocado en el área de economía, y se esfuerza para que sea la oportunidad de reinventarse como periodista y dejar de esperar oportunidades en el mercado laboral formal.

Volver a Venezuela para reconstruirlo

Belinda llegó a Colombia con visa de extranjería, pero después obtuvo la que la reconoce como mamá de colombianas, ya que, al tomar la decisión de migrar, su esposo sacó la nacionalidad para sus dos hijas.

Si bien la nueva visa le dio ciertas ventajas, por momentos ha tenido la impresión de que tiene más deberes que derechos y confiesa que se ha sentido menos sola conforme el acento venezolano se ha vuelto más común en las calles, en las tiendas, el en transporte público.

“A esta ciudad la quiero mucho”, comenta Belinda y recuerda que conoció Medellín en 1997, antes que naciera su primera hija. “La gente de aquí dice que es la ciudad de la eterna primavera, pero en Caracas también nos autodenominamos así y yo no sé quién fue primero”, añade entre risas para zanjar la disyuntiva con sentido del humor.

Lo cierto es que no descarta la posibilidad de regresar a Venezuela para ayudarlo a salir adelante, para ayudar a la gente y que se dé cuenta de que hay otras formas de vivir.

“Cuando tienes un gobierno que no cree en los más mínimos derechos sociales, que cree en los de él o en los de su comunidad, pero cree que el resto no tiene derechos, tú dices: esto está mal. Esto no tiene sentido”, concluye Belinda y remata: “Volvería a mi país para ayudar en lo posible a construir otra nación más bonita que la que teníamos.”