En Rubio, estado de Táchira, ciudadanos venezolanos que retornaron a su país en medio de la crisis desatada por la pandemia del covid-19 denuncian la pesadilla que están viviendo por cuenta de las disposiciones del gobierno de Nicolás Maduro.
Las redes sociales y los grupos de Whats App se han visto inundados de angustiosos audios, videos y fotos que denuncian todo tipo de vejámenes. “Estamos sin agua, hay niños que se están muriendo de hambre, ya hay personas desmayadas…ayuda, por favor“, se escucha en uno de los audios.
Una mujer que habló con el Proyecto Migración Venezuela denunció abusos de la Guardia Nacional Bolivariana. “Vienen y nos esculcan, nos quitan los teléfonos. Hay unos muchachos que se llevaron y de los cuales no sabemos nada. Solo que los tiene el Sebin (Servicio de Inteligencia Bolivariana)”, dijo angustiada.
Dentro de las denuncias, los migrantes retornados aducen que hay corrución y malos tratas. También que varias personas han sido retenidas sin que se sepa su paradero.
De acuerdo con declaraciones de la gobernadora del Estado Tachira, Lady Gómez, al menos 3 mil personas han llegado a esa población limítrofe con Colombia. “El Táchira está sobresaturado de venezolanos retornando por la frontera, sobresaturado de personas en refugios en condiciones que no son las más óptimas”, dice la funcionaria en medio de un fuerte mensaje a sus homólogos gobernadores venezolanos de frontera.
Freddy Bernal, autoridad designada por el presidente Nicolás Maduro para Táchira, estado fronterizo con la ciudad de Cúcuta, afirmó que al ingreso a Venezuela las personas son sometidas a un “protocolo estricto” y recluidas en escuelas y liceos habilitados para que cumplan una cuarentena de dos semanas.
Bernal afirmó además que las instalaciones educativas “no estaban diseñadas para albergar personas”, pero han sido adecuadas en “tiempo récord” para atender la contingencia.
Sin embargo, las denuncias de la oposición y los videos que están circulando en redes sociales evidencian una supuesta falta de cumplimiento de las normas de distanciamiento social, escasas condiciones sanitarias y deficientes raciones alimenticias dentro de los improvisados albergues.
“No hemos tomado agua y no nos han dado comida, los niños están enfermos. Somos 17 autobuses, hay personas desmayadas”, explica una mujer en otro de los audios que están circulando. Diversas voces anuncian que el confinamiento duraría al menos por 8 días en condiciones precarias, suplican ayuda desde estos territorios.
A la fecha el gobierno venezolano ha informado de 171 diagnósticos y nueve muertes desde el 13 de marzo por covid-19.
Por: Proyecto Migración Venezuela @MigraVenezuela