Las estimaciones también indican que las situaciones de esclavitud moderna no son en modo alguno transitorias: el atrapamiento en trabajos forzados puede durar años, alerta una investigación de la OIT y la OIM.
Los trabajadores migrantes tienen al menos tres veces más probabilidades de realizar trabajos forzados que los trabajadores adultos no migrantes, advierte el informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Walk Free y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
Si bien la migración laboral tiene un efecto ampliamente positivo en las comunidades de acogida, esta investigación demuestra cómo los migrantes son especialmente vulnerables al trabajo forzoso y a la trata de personas, ya sea por la migración irregular o mal gobernada, o por las prácticas de contratación injustas y poco éticas.
Guy Ryder, director general de la OIT, aseguró que “es escandaloso que la situación de la esclavitud moderna no mejore.”Sabemos lo que hay que hacer, y sabemos que se puede hacer. Es fundamental contar con políticas y regulaciones nacionales eficaces”.
Y agregó que “los gobiernos no pueden hacerlo solos. Las normas internacionales proporcionan una base sólida, y es necesario un enfoque que incluya a todas las partes. Los sindicatos, las organizaciones empresariales, la sociedad civil y los ciudadanos de a pie tienen un papel fundamental que desempeñar“.
António Vitorino, Director General de la OIM, explicó en un comunicado de prensa que el informe subraya la urgencia de garantizar que toda la migración sea segura, ordenada y regular.
En este contexto agregó que la reducción de la vulnerabilidad de los migrantes al trabajo forzoso y a la trata de personas depende, en primer lugar, de marcos políticos y jurídicos nacionales que respeten, protejan y hagan realidad los derechos humanos y las libertades fundamentales de todos los migrantes, independientemente de su situación migratoria.
Por su parte, Grace Forrest, directora fundadora de Walk Free, manifestó: “La esclavitud moderna es la antítesis del desarrollo sostenible. Sin embargo, en 2022, sigue apuntalando nuestra economía mundial. Es un problema creado por el hombre, relacionado tanto con la esclavitud histórica como con la persistente desigualdad estructural. En una época de crisis agravadas, una auténtica voluntad política es la clave para acabar con estos abusos de los derechos humanos”.
Por: Milagros Palomares @milapalomares