El Servicio Nacional de Fronteras (SENAFRONT) aclaró las versiones según las cuales hay una cadena criminal que se dedica a arrebatar a los niños de sus familias durante la travesía para hacer lucrativos negocios.
El rumor corrió como pólvora en las redes sociales en Panamá, y se volvió viral a través de cadenas de WhatsApp: una de las tantas bandas criminales que opera en el Darién estaría extrayendo los órganos a niños para comercializarlos.
Inmediatamente, el gobierno panameño, a través de la entidad que maneja el flujo migratorio, desmintió categóricamente la versión y confirmó que mantiene el patrullaje en la zona en la que operan desde bandas de trata de personas hasta delincuencia común.
“Hasta el momento no hemos recibido una denuncia formal en Panamá sobre la situación que se menciona. Llevar a cabo este tipo de delito requiere de una infraestructura y logística que garantice y permita el tráfico de órganos“, asegura un comunicado de prensa publicado en la cuenta de Twitter de Senafront.
La entidad expresó que investiga si, tal como algunas personas denuncian, el rumor que se volvió viral pudo haberse generado por iniciativa de un grupo de migrantes.
“Entendemos la vulnerabilidad y la situación de muchos migrantes irregulares, quienes en búsqueda de un estatus migratorio buscan algunas veces victimizarse para ganar empatía, esto al margen de que entendemos la peligrosidad de la selva y la naturaleza de este fenómeno”, explica el comunicado de prensa.
Según las cifras más recientes, cerca del 70 por ciento de los caminantes que atraviesan la Selva del Darién rumbo a Estados Unidos son migrantes venezolanos que se exponen, además del asedio delos delincuentes a las bandas criminales.
Hace pocas horas el Gobierno de Panamá reveló que la situación financiera para la atención de quienes emprenden la travesía es crítica, pues, según dice, ya ha gastado cerca de U$ 50 millones en diversas tareas y tan solo a recibido U$ 1 millón de ayudas internacionales.
Por: Mario Villalobos @maritovillalobo