El pasado miércoles 6 de marzo, la ciudad de Cúcuta fue escenario del primer encuentro de colombianos retornados, una iniciativa liderada por la Corporación Dejando Huellas con Calor Humano – CorHuellas.
Por MigraVenezuela
El propósito del primer encuentro de colombianos retornados fue facilitar espacios de diálogo con 30 colombianos retornados, con el objetivo de conocer los retos de la ley de retorno tras más de una década de su implementación, identificar las principales necesidades de esta población y escuchar sus experiencias.
Este evento se desarrolló en el marco de la estrategia Colombia Hogar, implementada por CorHuellas durante tres meses, logrando un registro de 800 colombianos retornados en San José de Cúcuta, Los Patios y Villa del Rosario.
La estrategia se llevó a cabo en colaboración con líderes y lideresas de Asojuntas, Juntas de Acción Comunal, Organizaciones de la Sociedad Civil, la Secretaría de Desarrollo Social a través de las jornadas Sembrando la Migración, la Secretaría de Equidad de Género con la estrategia de Carpas Violeta, y jornadas móviles del Centro Intégrate en más de 50 barrios de los tres municipios.
Cúcuta, como ciudad fronteriza en Colombia, ha experimentado un flujo significativo de población retornada, especialmente después del retorno masivo de colombianos expulsados de Venezuela en 2015, que superó los 22 mil casos. Este fenómeno generó complejas implicaciones en la dinámica social, económica y humanitaria de la ciudad.
Gladys Galindo, directora de CorHuellas, resalta la importancia de atender las necesidades de los retornados, destacando el desafío laboral y la convalidación de estudios. Galindo enfatiza la importancia de la articulación con los nuevos mandatarios locales para garantizar el acceso y reconocimiento de esta población.
El encuentro no solo buscó abordar las dificultades, sino también construir una red de retornados que pueda replicar experiencias y apoyar a otras comunidades que están llegando.
La importancia del trabajo comunitario
Aura Vega, quien regresó hace cuatro años, comparte la importancia de este contacto entre retornados para fortalecer habilidades y recibir orientación de las organizaciones.
Para ella es importante tener contacto con otros colombianos retornados y saber las necesidades de otras personas, “nos podemos apoyar y es bonito, porque las organizaciones nos están orientando, cómo podemos fortalecer nuestras habilidades”.
Angélica Lamus, otra colombiana retornada, destaca el papel fundamental del trabajo comunitario en Cúcuta. Ella cuenta que ella llegó a Cúcuta en agosto del 2015 expulsada por el Gobierno venezolano, a pesar de las dificultades promueve el empoderamiento de las mujeres, buscando no solo dar soluciones temporales, sino fomentar la autosuficiencia y el bienestar a largo plazo: “yo empodero a las mujeres, las ayudo a descubrir sus propias habilidades para que con eso ellas puedan hacer algo para su propia superación y bienestar”.