Niños cantores alegran las navidades con villancicos en Saint Joseph

Los niños cantores de villancicos de Saint Joseph, Missouri.
Los niños cantores de villancicos de Saint Joseph, Missouri

Una venezolana creó un grupo de niños cantores de villancicos que para este año integra a alrededor de 20 miembros de diversas nacionalidades latinoamericanas.

Por Sandra Flores – Periodista Te lo Cuento News

No hay Navidades fáciles para los migrantes porque la añoranza se agolpa en el pecho cuando llegan las fechas especiales, pero en la ciudad Saint Joseph, Missouri, Marileidy Márquez ha organizado a un grupo de niños y adolescentes cantores de villancicos que se presentan en diversos espacios para conmemorar el nacimiento del Niño Jesús.

Lo que empezó como una actividad familiar para alegrar la Navidad en el seno del hogar, mantener vivas las tradiciones venezolanas en los niños y lograr que sigan hablando español se convirtió, al paso de dos años, en un proyecto que involucra a hijos de migrantes de otros países latinoamericanos.

“Tenemos más cosas en común de las que sabemos y creemos”, comenta Marileidy al hablar con satisfacción sobre esta iniciativa, “pero todos nos unimos en esa añoranza de tener un poquito de nuestro país con nosotros, y compartimos muchas tradiciones que llamamos de diferentes maneras en los distintos países, pero viene a ser lo mismo”.

Oriunda de Maracaibo, estado de Zulia, esta maestra de profesión emigró en 2018 con otros once familiares para escapar de la compleja situación política y económica que se vivía en Venezuela. Hoy se siente agradecida porque, poco a poco, la ciudad de Saint Joseph ha recibido a alrededor de 80 miembros de su familia, cuyos niños fueron el principio de este grupo de cantores de villancicos.

Villancicos para alegrar la navidad

Marileidy comenta que en Estados Unidos han tratado de seguir sus usos y costumbres. Sin embargo, su interés por preservar las tradiciones navideñas venezolanas es grande y las circunstancias marcaron el rumbo para formar un grupo familiar de pequeños cantores que inició con sus seis sobrinos.

“Comenzamos con los sobrinos y ensayamos aquí en casa”, recuerda y añade: “Un abuelito venezolano que vino a saludarnos toca el cuatro y mi esposo también, pero, además, yo compré una pandereta, otro de los niños tenía un tambor, alguien trajo maracas y así empezamos a cantar con los niños de la familia”.

Lo cierto es que la dolorosa pérdida de un ser querido que su familia sufrió el año pasado movió a Marileidy a volcar su creatividad en idear actividades que les permitieran alegrar la Navidad de todos, pero especialmente a los niños.

“Yo había escuchado que los mexicanos hacen posadas”, explica, “pregunté de qué se trata y resulta que en Venezuela hacemos algo parecido porque cantamos villancicos o aguinaldos y, de hecho, mi esposo cantaba en un grupo de aguinaldos cuando era niño”.

Ya con los conocimientos de su esposo sobre el tema y con cinco niños más que el año anterior para completar un grupo de once, en 2022 empezaron por enseñarles algunos villancicos y realizaron los ensayos en su casa, pero no solo cantaron para la familia.

“Iniciamos hace tres años, pero el año pasado el grupo tuvo un impacto un poco más fuerte”, explica. “Fuimos a visitar las casas de unos adultos mayores, los niños cantaron en un supermercado que nos dejó participar y también estuvimos en la biblioteca de la ciudad, pero este año vamos a poder participar en otros lugares”.

Integran cantores de otras nacionalidades

Con entusiasmo creciente, este año están por iniciar los ensayos con un grupo de alrededor de 20 niños, entre los cuales se cuentan venezolanos, por supuesto, pero también portorriqueños, mexicanos y un cubano. Tienen programadas alrededor de diez presentaciones y la primera será el 6 de diciembre.

“No tenemos nombre para el grupo porque que no queremos hacer algo únicamente de venezolanos”, expone y añade: “Este año participan más niños mexicanos porque la idea surgió de la curiosidad que me causó saber que pedir posada se parecía a una tradición venezolana”.

Marileidy dice que volverán a visitar las casas de los adultos mayores y repetirán en la biblioteca, pero tendrán otras presentaciones en un restaurante y en fiestas navideñas de otras comunidades además de la venezolana, y una más con Latinos Connect.

“No tenemos tantas presentaciones como quisiéramos porque tenemos la agenda ocupada con el trabajo”, afirma, y aclara: “Nosotros no cobramos ni ganamos nada, pero es una actividad muy linda y me gustaría tener más tiempo para dedicarle”.

Por lo demás, confirma que los niños norteamericanos de Saint Joseph les preguntan con curiosidad porque les llama la atención el grupo de pequeños cantores de villancicos, pero, aunque no descarta abrir el espacio para ellos, por ahora no es posible.

“Vamos comenzando y no tenemos un lugar para tantos niños porque ensayamos en una casa”, comenta, “pero tendremos espacio para que la gente pueda participar más abiertamente porque la actividad llama la atención y los instrumentos despiertan curiosidad, especialmente el cuatro y preguntan si es como el ukelele”.

Con fines de integración, este año los niños cantarán un villancico en inglés, aunque uno de los objetivos de esta iniciativa es precisamente que los niños no pierdan su español y el otro es que mantengan las tradiciones venezolanas como parte de su vida.

“De esta manera extrañamos menos y nos alegramos las Navidades que son tristes fuera de nuestro país”, sostiene, “pero hay que aprender a vivir cada situación y aceptar que es más lo que tenemos para agradecer que para lamentar”, concluye Marileidy Márquez.