La importancia de ver en la migración un rostro de mujer

Mujeres migrantes en Maicao (Guajira). Foto: Camila Díaz/Colprensa
Mujeres migrantes en Maicao (Guajira). Foto: Camila Díaz/Colprensa

Este sábado comienzan 24 días de activismo contra la violencia de género. Las mujeres enfrentan mayores riesgos asociados a la migración: son las mayores víctimas de trata de personas, sufren violencia intrafamiliar y sexual e incluso tienen mayores dificultades para conseguir empleo. #TodasSomosDignas. 

Redacción MigraVenezuela. 

Por sí sola, la cifra probablemente no dice mucho: las mujeres son el 51% de los migrantes venezolanos que llegan al país. No es una proporción muy diferente a la de la totalidad de la población. Tanto en Colombia como en Venezuela, hay un número levemente mayor de mujeres que de hombres. 

Sin embargo, ver la migración con rostro de mujer no es un asunto solo de cifras. Las mujeres son las que enfrentan mayores riesgos asociados a la migración: son las más afectadas, en una proporción muy significativa, por la trata de personas; son las que más sufren la violencia intrafamiliar o sexual, que tiende a incrementarse dentro de la población migrante, y son las que tienen más dificultades para conseguir empleo o poner en marcha emprendimientos productivos. 

Y, al mismo tiempo, son las que producen resultados más efectivos cuando ser invierte en ellas con propósitos de desarrollo social: los beneficios que ellas obtienen se traducen automáticamente en beneficios para sus familias y para otras familias. 

En el marco de los 24 días de activismo contra la violencia de género, la campaña #TodasSomosDignas busca generar conciencia sobre la importancia de proteger a la mujer migrante, reconocer su valor y brindarle oportunidades de integración. 

“Las mujeres migrantes, además de ser vulneradas, excluidas, y estigmatizadas, por ser mujeres, lo son por ser migrantes. Así, en el tránsito migratorio y en los lugares de destino, las mujeres y las niñas se enfrentan a diversas desigualdades que limitan su protección y el ejercicio de sus derechos”, asegura el informe ‘Todas somos dignas’, elaborado por el Departamento Nacional de Planeación y el Observatorio Colombiano de Migración desde Venezuela, con apoyo de USAID. 

La trata de personas 

De acuerdo con el Grupo de Lucha contra la Trata de Personas del Ministerio del Interior, este es un delito que afecta, por un amplio margen, mayormente a las mujeres: de 430 personas que buscaron apoyo de este grupo entre 2020 y 2022, el 83% eran mujeres y solo el 17% hombres.  

Además, es un delito que afecta también a los migrantes, más que a cualquier otro sector de la población. De acuerdo con cifras del Ministerio del Interior, después de la colombiana, la venezolana es la nacionalidad que más tienen las personas que se acercan en busca de protección frente a este delito: mientras que el 59,5% de las personas que se acercaron en busca de atención eran de Colombia, el 37,6% eran de Venezuela. 

La vulnerabilidad de los migrantes frente a la trata está relacionado con que, en su búsqueda de oportunidades económicas, muchas personas en situaciones desesperadas se pueden poner en manos de personas que las ponen en situaciones peligrosas o ser víctimas de engaño. 

“La migración forzada o voluntaria juega un papel significativo en el aumento de la vulnerabilidad de la trata de personas. Llegar a un país donde no se tiene muchas garantías, donde no se tienen los permisos, pone a la gente en una condición de aceptar cualquier oferta, cualquier posibilidad para vivir, para poder sobrevivir”, afirmó Betty Pedraza Lozano, directora de la Corporación Espacios de Mujer. 

Violencia intrafamiliar y sexual 

Un informe del Observatorio Colombiano de Migración desde Venezuela (OMV) explica en detalle por qué la migración es un factor que aumenta el riesgo que tienen las mujeres de ser víctimas de violencia y discriminación. 

“En un país como Colombia, con altos índices de Violencias Basadas en Género (VBG), la violencia en contra de las mujeres migrantes venezolanas se manifiesta de manera diferenciada y agravada. Lo anterior, debido, entre otros factores, a que no cuentan con redes de apoyo o familiares y desconocen el sistema colombiano”, dice el informe.  

A esta mayor vulnerabilidad se suma la estigmatización de que son víctimas y que, de alguna manera, incentiva las conductas violentas en su contra. 

Agrega el informe: “Como consecuencia de los estereotipos relacionados con su físico y sexualidad, no solo se dificulta su integración social (por prejuicios e imaginarios de la población de acogida que las objetiva e hipersexualiza), sino que se ven expuestas a sufrir acoso, violencia, e incluso a ser víctimas de trata de personas”. 

Las dificultades de conseguir un empleo 

Según el informe ‘Dinámicas laborales de las mujeres migrantes venezolanas en Colombia: contrastes, avances y retos en 2021’, liderado por Cuso Internacional, con el apoyo del Gobierno de Canadá, las mujeres migrantes suelen desempeñar trabajos de poco valor agregado, relacionados con actividades de servicio y domésticas y con baja remuneración. 

Las mujeres migrantes asalariadas devengaron, en promedio, ingresos muy inferiores al salario mínimo. En promedio, las mujeres asalariadas para el 2021 ganaban $801.910 y las independientes $427.733.  

De acuerdo con el informe, las mujeres tienen unas responsabilidades relacionadas con el cuidado, que no se limitan a sus trabajos, sino que se extienden al hogar. El 94% de las venezolanas ocupadas desempeñaban actividades domésticas o de cuidado de menores de manera no remunerada en el hogar. 

En contraste, solo el 63% de los hombres venezolanos ocupados realiza estas actividades. Mientras que los hombres migrantes dedicaron 11 horas por semana a estas labores, las mujeres venezolanas dedicaron 27 horas.