Williams Quintana llegó a Estados Unidos a los 21 años. Luego de ejercer varios oficios, descubrió que su futuro estaba en emprender y logró crear una distribuidora de alimentos de factura hispana.
Por Alicia La Rotta – Periodista de Te Lo Cuento News
En las calles de Washington DC, la vida transcurre de manera vertiginosa, con sus rascacielos y edificios imponentes. Sin embargo, en medio de esta metrópolis, encontramos a Williams Quintana, un venezolano que lleva tres décadas en los Estados Unidos, promoviendo la cultura y los alimentos sudamericanos, y especialmente el sabor venezolano.
Para Williams, preservar la venezolanidad es una misión importante. Cree que los inmigrantes venezolanos y latinoamericanos deben apoyarse mutuamente y mantener vivas sus tradiciones. Insta a la comunidad a respaldar a los emprendedores y organizadores de eventos que trabajan para mantener la identidad cultural.
Destaca la importancia de mantener la empatía y el calor humano entre los miembros de la comunidad inmigrante, independientemente de su país de origen. También alienta a los inmigrantes a ser resistentes y afrontar los desafíos que enfrentan, recordando siempre que han superado situaciones difíciles en el pasado.
El fracaso de una naviera, el inicio de un gran negocio
Hace memoria de sus inicios, cuando con tan solo 21 años y muchas ganas de triunfar, llegó a los Estados Unidos. Antes de su partida, en Venezuela, había completado su formación como oficial de la marina mercante. No obstante, su sueño de hacer la pasantía se vio truncado cuando la empresa naviera para la que iba a trabajar quebró, dejándolo desempleado.
Florida fue su primer destino, y como todo inmigrante con empuje, comenzó haciendo todos los oficios propios de los recién llegados. Pero rápidamente entendió que es en la creación de su propio negocio donde podía desarrollar todo su potencial, y poco a poco penetró en el mercado de los alimentos latinos: primero con una arepera propia, y luego en el negocio de la distribución de alimentos hispanos por gran parte del estado.
Este negocio fue su modus vivendi durante dos décadas, y poco a poco fue creciendo hasta convertirse en una distribuidora de alimentos de manufactura hispana dentro del estado de Florida.
Un marino termina buscando nuevos puertos y por eso decidió expandirse y vivir en la región capital. De esta forma llegó a Washington hace seis años, de la mano de una empresa que brindaba servicios a entidades gubernamentales, como el Pentágono, la Universidad de la Defensa, Navy Yard, Base Naval de Annapolis, el Capitolio y el Departamento del Tesoro.
Comenzó como camionero, entregando productos a estos importantes lugares. Con el tiempo, la idea de distribuir productos alimenticios en la capital, trayéndolos de Miami, comenzó a tomar forma.
Distribuyendo la Venezuela de siempre
Hizo un esfuerzo consciente por llevar alimentos típicos de Latinoamérica, que comienzan a abrirse mercado con fuerza en la zona. Con los distribuidores de Miami, comenzó a distribuir productos venezolanos, colombianos, argentinos, en tiendas de conveniencia del área del DMV (Distrito de Columbia, Maryland y Virginia) y posteriormente distintas oficinas gubernamentales. Su experiencia en distribución le permitió seleccionar cuidadosamente los productos que sabía que serían populares entre la comunidad latina y venezolana.
Lo más destacado de su negocio es su capacidad para presentar productos auténticamente venezolanos a un público diverso. Aunque muchos de los consumidores no venezolanos no estén familiarizados con los nombres de estos productos, Williams ha logrado introducirlos en la cultura local. Por ejemplo, ha promovido el cachito, un bollo de pan relleno de jamón, que es típico de Venezuela, al presentarlo de manera atractiva y hacerlo accesible al público.
“Es un trabajo de mucha logística, sobre todo con los alimentos refrigerados con temperaturas controladas, y luego el proceso de almacenamiento, que tuve que adquirir refrigeradoras comerciales, rentar depósitos que cumplan con los requisitos”, explica.
Cultura y entretenimiento venezolano en el corazón de América
Además de su negocio de distribución de alimentos, Williams se dedica a traer la cultura venezolana y latinoamericana a Washington DC y sus alrededores. Su pasión por la música, la comedia y el teatro venezolanos lo llevó a organizar eventos que presentan a artistas de renombre. Hace 18 años, comenzó a organizar eventos gaiteros en Miami, celebrando tradiciones venezolanas como el Día de la Chinita.
Estos eventos no sólo satisfacían la nostalgia de la comunidad venezolana, sino que también introducían a otros grupos culturales en la riqueza de la música venezolana. Williams también trajo una amplia variedad de artistas, desde músicos hasta comediantes, a Washington DC y sus alrededores. Esto no solo beneficia a la comunidad venezolana, sino que también enriquece la vida cultural de la ciudad.
A pesar de los desafíos, Williams continúa su labor con dedicación y pasión. Desde la distribución de productos venezolanos hasta la organización de eventos culturales, su contribución al enriquecimiento de la vida latina en Washington DC es incalculable.