Jenny Camacho descubrió el poder de una alimentación saludable para apoyar su recuperación y las de otras personas.
Por Angélica Antía Azuaje – Periodista de Te lo Cuento News
El aroma dulce y reconfortante de los postres llena el pequeño local en el corazón de Bogotá. Mientras sus manos expertas se mueven con gracia en la cocina, Jenny Camacho, una chef venezolana, deslumbra a sus clientes con cada creación. Pero detrás de su sonrisa radiante y su talento culinario se esconde una historia de resiliencia: Jenny es sobreviviente de cáncer de mama.
“Sobreviví al cáncer y ahora endulzo al mundo”, dice. Su testimonio es una crónica de transformación, amor por la cocina y una pasión inquebrantable por compartir su arte con el mundo.
Desde siempre le gustó la repostería, pero cuando le diagnosticaron obesidad a su hijo, su pasión dio un vuelco, creó una plataforma digital y enseña a más de 5.000 alumnos en todo el mundo a través de tu programa “Salud hecha postre”.
“Crear la plataforma fue algo muy bonito, porque yo, antes de la pandemia, dictaba en Bogotá pequeños talleres y siempre tenía los cupos llenos, después empezó a venir gente de todas partes de Colombia. Mi cuñado me propuso hacer los talleres de manera online, algo que desconocía, pero las cosas se fueron dando. En enero tuve mi primer lanzamiento, fueron 550 cupos vendidos y fue una locura. Luego vino la pandemia y como mi curso ya estaba al aire, fue muy fácil que la gente se inscribiera en mi programa, con todo lo del encierro querían comer saludable”.
Jenny cuenta que ya van casi 6.000 alumnos de más de 80 países a los que les ha dado clases, hasta el punto de que a su local va gente de Arabia Saudita a ver su trabajo.
“Enseño desde cero a hacer todo tipo de postres, a manejar las harinas que son muy difíciles y mi enfoque principal es que la gente entienda cómo pueden hacer sus propios postres saludables. Mi favorito es el de chocolate. Toda la vida he sido chocolover y ese fue el postre que me acompañó en mi proceso de recuperación del cáncer”.
Y precisamente, como sobreviviente de una enfermedad tan indeseable y fuerte, Jenny sostiene que una alimentación saludable puede influir en la prevención y recuperación de muchos padecimientos.
“Gracias a ese proceso tan largo, entendí e hice razonar a mi familia que la alimentación, el ejercicio y la paz son importantes. Para mí sigue siendo fundamental el no inflamar mi cuerpo; lamentablemente nuestra sociedad está acostumbrada a inflamarse con azúcares, gluten y conservantes químicos que no nos ayudan en procesos graves como cáncer, diabetes y demás enfermedades”, advierte.
Jenny aconseja a las personas que están luchando contra una enfermedad y buscan llevar un estilo de vida más saludable a través de la comida, lo siguiente: “deben sentarse a pensar qué es lo que necesitan y quieren para su vida. En su momento, después de pasar días llorando por el impacto de la noticia del cáncer, respiré y me senté a reflexionar qué quería para mi existencia. Mucha gente me decía que yo tenía una actitud positiva, la cual sigo teniendo y que la reforcé en aquel proceso, lo valioso es alimentarse, y estar bien desde el corazón, desde la mente, el amor y el agradecimiento”, remarca.
Tiene un sinfín de anécdotas y testimonios conmovedores de sus alumnos en Salud hecha postre, como la historia de una mamá a la que a su hijo le diagnosticaron leucemia, y ella quería que él tuviera la mejor alimentación posible.
“En el proceso ella comienza a hacer torticas en su casa y su hijo la acompaña. Una vez le hicimos una entrevista y fue la cosa más maravillosa, ese niño se sentía feliz, amado, hacían tortas para cumpleaños y para sus amigos. Eso me llenó el corazón porque sé que estamos aportando mucho amor y salud”.
Hay personas que han logrado perder peso, otras que han mejorado su salud en general y algunas que incluso han reducido los efectos secundarios de sus tratamientos médicos.
Aparte de los postres saludables, Jenny comenta que hay otro campo en la cocina que le interesa. “Sí, yo me la paso metida en la cocina, en mi menú amplio, desde libre de gluten, de azúcares, de aceites refinados y todo eso, me encanta estar creando cualquier plato, especialmente los postres, también hay pizzas saludables, donde las salsas las estabilizo para que alguien que sufra de diabetes pueda consumirla tranquilamente”.
Como chef venezolana en Colombia, ha combinado sus raíces culinarias con los ingredientes y las preferencias locales. “Eso ha sido una cosa increíble, de Venezuela me llevé las deliciosas arepas, en mi menú hay unas arepas de plátano, la mayonesa la hacemos nosotros mismos y hacemos guisos de pollo al estilo criollo”.
Sobre las metas a largo plazo con su plataforma digital, Jenny tiene entre cejas un proyecto relacionado con los workshops. “Hay gente que quiere más talleres en vivo que grabados, y estamos trabajando en eso, el próximo lo tenemos en septiembre”.
Su sueño es que todas las personas, sin importar su condición económica o su ubicación geográfica, tengan acceso a una alimentación saludable y sabrosa. Pero además, ha establecido metas a largo plazo para desarrollar proyectos especiales que promuevan la educación alimentaria y el bienestar en comunidades desfavorecidas.