El nuevo representante permanente de Venezuela ante la Organización de los Estados Americanos (OEA), Gustavo Tarre, designado por el líder opositor Juan Guaidó, dio este martes su primer discurso y consagró un hito tras 20 años de embajadores chavistas en el principal bloque regional. Férreo opositor del presidente Nicolás Maduro y delfín del fallecido exmandatario Hugo Chávez, Gustavo Tarre ocupó por primera vez la silla de Venezuela en la sala del Consejo Permanente de la sede de la OEA en Washington exactamente tres meses después de que Guaidó, entonces jefe parlamentario, se declarara presidente encargado con miras a “cesar la usurpación” y organizar nuevas elecciones.
“Respaldaremos las luchas de los pueblos del continente que aún padecen dictaduras y seguiremos combatiendo por el cese de la usurpación en Venezuela”, dijo Tarre. El nuevo representante ante la OEA también se comprometió a solicitar el reingreso de Venezuela al Sistema Interamericano de Derechos Humanos, luego de que Chávez decidiera abandonarlo en 2012. Además, dijo que solicitará la colaboración de la OEA para realizar “elecciones libres” en su país “en la fecha más temprana posible”.
Tarre presentó cartas credenciales ante el secretario general de la OEA, Luis Almagro, el 10 de abril, un día después de ser aceptado por el Consejo Permanente como representante permanente, designado de la Asamblea Nacional (Parlamento venezolano), “hasta que se celebren nuevas elecciones y el nombramiento de un gobierno democráticamente electo”.
La resolución del 9 de abril fue aprobada tras un encendido debate con apenas los 18 votos necesarios para la mayoría simple, y en medio de la oposición tajante de la delegada de Maduro y de varios países, cuyos cuestionamientos fueron agregados como notas al pie del texto. Diez de estos países presentaron este martes objeciones a la presencia de Tarre: Antigua y Barbuda, Barbados, Bolivia, Guyana, México, Nicaragua, San Cristóbal y Nieves, San Vicente y las Granadinas, Suriname y Uruguay.
En sus intervenciones, los delegados de estos países dijeron que se reservaban el derecho a no cumplir cualquier decisión derivada de la aplicación de la resolución que aprobó el nombramiento del enviado de Guaidó, por considerarla una “grave vulneración del derecho internacional”.
Tarre, respondió a esas acusaciones en su discurso: “La decisión (…) de fecha 9 de abril, no significó que la Organización se hubiese tomado la atribución de reconocer o no a un gobierno, sino que se limitó a resolver quién es su interlocutor”, dijo. También destacó que el “fraude electoral” de Maduro fue denunciado “de manera inequívoca” por la última Asamblea General de la OEA, algo que la resolución recoge en sus considerandos.
*Con información de AFP
Por: Proyecto Migración Venezuela @MigraVenezuela