Si se reabren las fronteras en el primer trimestre de 2021 y si Nicolás Maduro continúa en el poder en Venezuela, el número de migrantes y refugiados venezolanos podría ascender a 7 millones de personas, advirtió la Organización de Estados Américanos (OEA), en su más reciente informe, a cierre del 2020.
Por esa razón, el organismo instó a unir esfuerzos en toda la región a fin de reforzar las vías regulares para cruzar fronteras este año y facilitar mecanismos de protección a una población vulnerable que huye por razones humanitarias. “Se insta especialmente a los países de acogida a implementar medidas de flexibilización para facilitar su regularización e integración, tomando en cuenta que los venezolanos también están siendo sometidos a la imposibilidad de acceder a sus documentos de identidad”, exhortó la OEA en el documento.
De acuerdo con datos de la Plataforma R4V de la ONU, diciembre de 2020 cerró con 5.448.441 venezolanos desplazados en todo el mundo, siendo Colombia, Perú y Chile los tres primeros países con mayores concentraciones de migrantes.
Según el pronóstico de la Organización de Estados Américanos, de continuar la crisis social y política en el vecino país, el éxodo de venezolanos sobrepasaría las cifras de la guerra civil de Siria, que ha dejado desde el año 2011más de 380.000 muertos, 5 millones de refugiados en el extranjero y 7,6 millones de desplazados internos.
“Solo una nación libre frenaría este deslave humano. Los venezolanos dejarán de huir del país cuando este sea libre, haya justicia y cuando haya seguridad”, afirmó David Smolansky, Comisionado de la Secretaría General de la OEA para la crisis de migrantes y refugiados venezolanos.
La OEA aseguró en su informe que la pandemia de la covid-19 empeoró la crisis migratoria venezolana en el año 2020. “Si bien el flujo de salida se ralentizó por el cierre de fronteras y el confinamiento obligatorio, estas medidas aumentaron las dificultades que enfrentan los migrantes y refugiados venezolanos y, por lo tanto, los desafíos de atención, protección e integración”, sostiene el documento.
Además, denunció que los venezolanos siguen huyendo por vías irregulares y las condiciones de vulnerabilidad en las cuales llegan a los países de acogida son cada vez más críticas. Es una realidad inocultable que cada vez más venezolanos arriesgan su vida huyendo desesperados por el mar y que desaparecen o fallecen intentando llegar a alguna isla del Caribe.
«El cierre de fronteras por la emergencia sanitaria y las restricciones migratorias impuestas por algunos países de la región a ciudadanos venezolanos, junto con la profundización de la crisis en Venezuela, han provocado un incremento en el número de ingresos por vías irregulares, lo cual conduce a la proliferación de delitos como la trata y tráfico de personas en todo el continente»
El pasado 12 de diciembre, la Secretaría General de la OEA fue notificada y alertó sobre el naufragio de una embarcación con un grupo indeterminado de personas que dejó la costa de Venezuela hacia Trinidad y Tobago, donde fallecieron ahogados 33 migrantes venezolanos que huían por el mar, entre ellos menores de edad. Los primeros cuerpos habrían sido hallados a 6,3 millas náuticas de la ciudad de Güiria, Sucre, dentro de la jurisdicción de Venezuela.
Todos los tripulantes partieron de Venezuela hacia la isla caribeña con propósitos similares: reencontrarse con familiares radicados en ese país y huir de la emergencia humanitaria compleja que azota a Venezuela, así como del colapso de servicios básicos como agua y electricidad.
Por: Proyecto Migración Venezuela @MigraVenezuela